seis tazas de cafe.

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Richard colgó el teléfono y se levanto enseguida, tomo una rápida ducha, y se dispuso a salir de su departamento

Ahora tenía que cumplir el castigo de comprarle café a sus compañeros, era mas que nada una broma, ellos ni siquiera les gustaba tomar café de tienda había una cafetera en el estudio; la cuál casi no usaban, pero a veces de castigo por llegar tarde  a alguien le hacían comprar cosas que ni al caso, la última vez hicieron comprar a Sschneider ser seis piñas, si, ni el entendía por que.

La cosa es que Richard estaba ya a las puertas del café, había mucha gente, jóvenes con sus teléfonos celulares, miro a su alrededor, todos parecían en su mundo;el guitarrista de rammstein se formo en la fila, miro delante,todavía habían 6 personas, suspiro y miro el cartel..

-Buenos días bienvenido, ¿que le puedo ofrecer? -
-Deme seis cafés,grandes, americanos

-¿Para comer o para llevar señor?

-para Llevar - dijo Richard

El empleado le entregó la nota y le hizo pagar y posteriormente esperar hasta que fuese llamado.

Miéntras Richard esperaba en una mesa, miraba a las personas a su alrededor, recientemente estaba trabajando con nuevo material.

Fue entonces que escuchó una voz

-Señor, disculpe podría..darme - empezó a hablar una voz femenina

-¿Autografo?-pensó Richard

Pero por una vez Kruspe se equivocaba.

-me puede dar el bote de azúcar- dijo la voz
Richard volteo a verla, ella...extendía sus manos pero sus ojos parecían perdidos, aun así el sintió algo temblar dentro de el, en un instante perdió la noción del tiempo, tenía el pelo negro y algo desalineado, usaba ropa holgada un suéter gris algo roto y pantalones de mezclilla, Richard estaba perdido en los ojos grises de la chica,

-¡Señor! ,por favor, no puedo ver - volvió a decir algo con un tono de impaciencia en su voz

Richard reacciono y se levanto.

-Ah si, si disculpe-dijo entregándole  bote en las manos

-gracias- Dijo ella y volvió a su mesa, guiándose por el bastón; desde ese momento Richard no le quito la vista de encima,le parecía increíble que pesar de su discapacidad, pudiera moverse y andar tan bien, la joven tomo un libro de su bolso y comenzó a deslizar sus dedos sobre el ...

-¡Seis cafés para llevar para Richard Kruspe!- gritaron trayéndole de vuelta a la realidad, Richard tomo los café y salio de la cafetería, no sin antes volver a mirar a la chica, Richard agito su cabeza y se fue corriendo al estudio.

Continuará.

Hola, hola, aquí traemos esta historia protagonizada por RZK, esperemos que a nuestros lectores les agrade.

Y no se preocupe, Haifisch volverá muy pronto.

Gracias por sus comentarios.

#Bunny

in der DunkelheitWhere stories live. Discover now