—Estas enojada.— no es una pregunta, es una afirmación, —¿Por qué?

Me suelto de su agarre, —Estoy bien.

Shadow no se rinde y me toma del brazo de nuevo, tirando del mismo hasta que salimos de la casa.

—¿Qué estás haciendo?— Pregunto tratando de liberarme de su agarre pero funciona. Me arrastra al bosque y antes de que pueda decir algo, me carga y me lanza sobre su hombro, —¡Shadow!— él me ignora, y nos desvanecemos en el aire.

Aparecemos frente a una pequeña cabaña en medio de la nada, Shadow me baja y yo me alejo de él.

—¿Dónde— él me interrumpe, jalándome hacia la entrada de la cabaña, abre la puerta y me empuja hasta que ambos quedamos en una pequeña sala.

—¿Dónde estamos?— me giro hacia Shadow, quien esta apoyado contra la puerta y se quita su mascara, si cree que su rostro atractivo va a distraerme, esta equivocado.

—Esta es mi guarida.

¿Él me ha traído a su guarida? Shadow, el Purasangre más reservado de la Tierra me acaba de traer a su guarida. Sin embargo, eso no opaca la rabia que siento cada vez que recuerdo a esa vampiresa.

—¿Por qué estamos aquí? ¿Qué es lo que quieres?— cruzo mis brazos sobre mi pecho.

—No te irás hasta que me digas por qué estás enojada.

—No estoy enojada, estoy bien.

—Estas mintiendo.

—Solo quiero salir de aquí.— doy un paso hacia a la puerta pero él sigue ahí, bloqueandola con sus casi dos metros de altura.

—Dime que te pasa, no quiero usar mis poderes contigo pero no dudaré en hacerlo si no me dices la verdad.

—Tal vez tus poderes ya no funcionen, soy un Purificador.

—Aún no eres más fuerte que yo.

Bufo, —Eres tan arrogante.

—Solo digo la verdad,— se encoge de hombros, —¿Quieres ponerlo a prueba?

Mi silencio hace que sus labios se curven en una sonrisa engreída.

—¿A dónde se fue tu valentía?

Su arrogancia incrementa mi rabia, porque esta aquí haciendo bromas y retos tan tranquilo cuando tiene a una vampiresa con la que hace quien sabe que en casa de Vincent. Le doy una mirada fría, Shadow ladea su cabeza, esa estúpida sonrisa permanece en sus húmedos labios.

Debo admitir que es difícil mantener mi rabia al estar a solas con él, sin su mascara y viéndose tan guapo en ese uniforme negro con detalles rojos que hacen juego con sus ojos.

Estamos solos en medio de la nada.

Mi respiración se acelera ligeramente al caer en la realidad de la situación. Shadow no despega sus ojos de los míos como si estuviera tratando de leer cada expresión.

Bajo la mirada, evitando la suya. Necesito pensar con la cabeza fría.

—¿Es por Rea?

Su pregunta me hace volver a mirarlo, me molesta que diga el nombre de esa vampiresa pero jamás lo admitiré.

—Por tu reacción, si lo es.

—No se de que hablas.

—Solo me alimento de ella, nada más.

—Claro.

—Tu también has tenido una variedad de alimentadores en toda tu existencia y yo no me he quejado, ni los he asesinado, créeme que soñaba con romper sus pequeños frágiles cuellos.

La Revelación (Almas Perdidas I) [En librerías]✔️Where stories live. Discover now