Princesa, ven conmigo hasta el infinito y más allá [En edición]

Capitulo 3. -Sabías que tu eres rubia, ¿no?

-¿Papa y Sonia...? -reí por lo bajo. Incitándole a que continuase hablando-

-Esto...que...que se han ido esta mañana a otra ciudad...y...no ve-ve-vendrán hasta esta noche -dijo tartamudeando-

-Ya lo sé, se leer, he leído la nota. –Digo, sin darle importancia. Dándole un mordisco a la porción de pizza-

-Podrías haberme avisado...-Murmuró, bajando la mirada-

-Me gustaba verte como te ponías nerviosita, sé que estoy bueno y tal..., pero es que eres mi hermanita...lo siento por ti, eh, que yo si te encontrara por la calle ya me habría liado contigo... -sus mejillas volvieron a ponerse rojas, pero el grito que me pegó no me lo esperaba-

-¿Dónde abandonaste tu cerebro? ¿En la basura? ¿O se o diste a un mono? creo que un mono tiene más cerebro que tú, imbécil. -dijo dándome un pequeño empujón con el dedo al pronunciar el "tú"- 

*Kiara;

 Vamos, es que esto ya es increíble, primero me viene de buenas con esas confianzas y después me trata así.

He de admitir que cuando me lo he encontrado en la cocina con una única toalla y el torso descubierto se me han revolucionado las hormonas y se me han subido los colores, pero por favor, es mi hermanastro. Pero era mi hermanastro, mi supuesto hermanastro. No iba a permitir que me hablase así.

Me subí a mi habitación con todas las bolsas y coloqué la ropa, a continuación, me puse a ver la tele mientras con el Iphone jugaba a alguna que otra aplicación. Miré el reloj. Las dos de la tarde. Bajé abajo rogando para no encontrarme al imbécil de Lucas. Por suerte, no estaba allí. Me rugían un poco las tripas, por lo que empecé a preparar la comida. Cogí del microondas la carne que Sonia había preparado y me preparé una ensalada rápida. Coloqué dos vasos, dos platos, los cubiertos y el agua encima de la mesa y empecé a comer. No le iba a esperar, si quiere que venga, si no, él mismo.

*Lucas;

Me rugían las tripas, la pizza de esta mañana no había satisfecho completamente mis ganas terribles de comer. Me levanté de mi cama, en la cual estaba jugando a la play, y después de un intento de 'caminar' porque sinceramente, hoy, no me apetecía hacer nada...bajé las escaleras y me encontré a Kiara comiendo sola. Viendo algún que otro programa que echaban en la televisión. Me acerqué a la cocina y después salí a donde estaba ella.

-Qué.. ¿A mí nadie me prepara la comida? –Pregunté, con intención de hacerla rabiar un poco-

-Tienes manos y pies, puedes perfectamente caminar, abrir el microondas y coger la comida, no soy tu chacha. –Dijo, sin apartar su mirada de la comida-

-Vale, mamá -dije bromeando por lo directa y recta que había sido. Cogí un plato y lo puse encima de la mesa, después empecé a comer. No hablamos. Ella se limitó a mirar la televisión, y yo de mientras, me limitaba a verla comer- 

-¿Qué? ¿Tengo monos en la cara? -preguntó girándose después de un buen rato-