45.- Es hora de dejarnos

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-El que lo hayamos hablado no quiere decir que lo entienda.

-Si quieres más explicaciones las tendrás pero, no ahora, ahora nos estamos preocupando de esto. De ti, de la demanda. Tendrás todas las explicaciones que quieras después.

Casi como un reflejo nuestras manos se entrelazaron entre ellas y salimos de la casa en dirección al departamento de Momo. Nos sentamos en su auto y no dejamos de reír durante todo el camino. Todo se sentía como en los viejos tiempo, todo era cómo en ese entonces. Se sentía tan real que me preguntaba de vez en cuando si realmente estaba sentada junto a Momo en su auto, tomando su mano, entrelazando nuestros dedos, inhibiendo las ganas que tenia de besarla. Después de todo, los viejos tiempos siempre serán los mejores.

Mina

-No puedo creerlo – dijo Jihyo después de escuchar lo que tenía que decirnos Nayeon.

-¿Por qué non nos contaste esto? – preguntó Jeongyeon.

-No creo que sea algo fácil de contar – la defendió Sana – ella estaba velando por la salud de su abuela. Cuando comenzó con la enfermedad nosotras aún no alcanzábamos todo nuestro potencia cómo agrupación.

-Sana tiene razón – Momo la defendió.

-El tema acá es otro – habló Chaeyoung – el tema es que quizás no es con la única persona que tiene un contrato de así. Quizás, existan Idols o ex Idols que sigan amarrados a ese cerdo por un maldito contrato.

-Él sabe que ya no te puede hacer nada – dijo Dahyun – con la muerte de tu abuela – ella hizo una pausa – perdón, no quería decir eso.

-Entiendo, no se preocupen – Nayeon sonrió levemente.

Durante toda la conversación pude notar que Momo no le quitaba los ojos de encima a Nayeon, también noté cómo se tomaban las manos. Probablemente ellas ya habían arreglados sus cosas. Decidí ir a mi cuarto mientras ella seguía conversando. Realmente no podía creer lo que JYP le había hecho a Nayeon pero, por otra parte no podía negar que se sentía algo incómodo ver a Momo con Nayeon nuevamente.

-Hey – Momo entró a nuestro cuarto.

-Hey – respondí volteando.

-No creas que pasaste desapercibido.

-No quería hacerlo – Momo no me miraba, tenía la vista fija en el suelo – lo que le paso a Nayeon realmente apesta, debemos hacer algo. Hay que contárselo a Heechul. Él nos puede ayudar a encontrar a ex Idols que quizás haya o estén pasando por lo mismo que Nayeon.

-Ya lo llamé, también pregunté cómo iban las cosas con la academia y lo único que quiere es que volvamos – me acerqué a ella.

-Momo... - traté de levantar su barbilla para que me mirara pero no lo conseguí - ¿Por qué no me miras?.

-Yo... no quería hacerte sentir incómoda. Por un momento se me olvido que...

-¿Qué éramos ex? – Por primera vez Momo me miró – sé que ella es el amor de tu vida es sólo que, que aún es muy difícil verte con otra persona. Estaba acostumbrada a que fuéramos sólo tu y yo. Hemos creado grandes cosas juntas.

-Y lo seguiremos haciendo. Lamento hacerte sentir así.

-Mina – en ese momento Jeongyeon entra por la puerta - ¡oh! Lo siento, no creí que estabas ocupada.

-No lo estoy – respondí sin dejar de mirarla pero, nuevamente ella no lo hacía.

-Las chicas ya se van, mañana tendremos una reunión con nuestros abogados, le tomaran declaración a Nayeon.

-Que bueno – esta vez miré a Jeongyeon. Tenía esa estúpida sonrisa en su rostro que me hacía olvidar los estúpidos y mínimos sentimientos que tenía por Momo. Pasamos tanto tiempo juntas, durante estos 2 años que me costaba entender que ya no seríamos ella y yo, al menos, no como pareja - ¿quieres ir a comer Jeongyeon? – sentí como la mirada de Momo estaba fija en mí.

-Te venía a buscar y a proponer lo mismo. Abrieron un nuevo restaurante de comida japonesa y me gustaría llevarte.

-Pues vamos, no sé qué estamos esperando – abrí mi closet y tomé mi abrigo color piel que me había regalado Momo. Este sería un viaje sin retorno, Momo y yo somos mejores amigas que en algún momento del camino confundieron las cosas. Ahora, ahora teníamos que volver a la realidad.

-¿Así se siente? – Miré a Momo quien me estaba mirando - ¿verdad? – sonreí.

-Si.

-Aunque no quieras sentirlo, lo sientes.

-Es la costumbre Momo, ya se nos pasará – Momo me miró de pies a cabeza. Sabía que por su cabeza pasaban muchas cosas pero, lo que ocupaba un gran porcentaje de sus pensamientos no era yo, era Nayeon. Nuestra incomodidad pasará tarde o temprano y ella y yo lo sabíamos.

-Cuídala – Momo salió de la habitación sin antes decirle algunas palabras a Jeongyeon – en tus manos tienes a lo mejor que me pasó en estos últimos dos años – Momo volteo a mirarme – si le haces daño, si la engañas te juro por Dios que se me olvidara que somos amigas y te golpearé – Jeongyeon me dio una leve mirada confusa, no estaba entendiendo nada – hazla feliz como yo no lo pude hacer ¿bueno? – Jeongyeon se quedó en silencio - ¿Bueno? – volvió a repetir Momo.

-S-Si – respondió tartamudeando – lo haré.

-Le tienes que decir que es guapa todos los días, le gusta el desayuno en la cama, prefiere los jugos naturales antes que un té o un café. Durante el verano le gustan los jugos de melón o sandia. Ama la comida japonesa así que espero que el restaurante valga la pena – sentía como el nudo que tenía en mi garganta comenzaba a desarmarse – bésala mucho – esta vez Momo volteo a mirarme directamente a los ojos – porque no sabes cuándo será la última vez que puedas besarlos y no tienes idea de cómo se extrañan – sonreí al escuchar sus palabras – no me decepciones querida amiga – le dio pequeños golpes en su hombro izquierdo – te estas llevando una parte de mí contigo.

-Momo... – Jeongyeon no tenía palabras – no te decepcionaré – ella solo sonrió y volvió a mirarme.

-Nos vemos en la noche Mina.

-Nos vemos Momo. Disfruta tu día con Nayeon – las dos nos miramos. Sabíamos que esta era una despedida, de un sentimiento que ninguna de las dos quiso que siguiera creciendo. Quizás por temor o porque simplemente nuestros corazones añoraban a otras personas. Pero, no podíamos negar que el cariño que sentimos, en algún momento fue más que una linda amistad –Momo – grité antes de que terminara de irse por la puerta de nuestra pieza.

-Dime.

-Creo que deberías dormir en la otra pieza – ella sonrió – nos vemos a la vuelta amiga – me acerqué a ella y me despedí con un beso en su mejilla derecha.

-Avísame cualquier cosa – Momo me miró directamente a los ojos.

-Siempre.

-Te estaré esperando – no respondí. Las dos sabíamos que ese te estaré esperando era como tapar el sol con el dedo. Ninguna de las dos volvería para estar con la otra. Pero de cierto modo sabíamos que nos tendríamos siempre la una con la otra.

Salí del cuarto de la mano con Jeongyeon. No miré hacía atrás. Probablemente estaba dejando una parte importante de mi vida en estos dos años que estuvimos juntas pero, también estaba comenzando algo por lo que siempre había esperado. Jeongyeon. En este momento de mi vida sólo seríamos ella y yo. 

Daño ColateralWhere stories live. Discover now