Resurrección

6 0 0
                                    

Podemos elegir cómo morir, y yo lo hice aquel otoño tres años atrás, cuando decidí forzarme a no amar. Dejar de querer es empezar a morir.

Dicen que lo último que se pierde es la esperanza, ¿qué me queda ahora que hasta ella me ha abandonado? Una nada absoluta, que permaneció todo este tiempo inmóvil, fría y solitaria, aferrándose a sí misma para no desaparecer.

Pero la primera vez que me miraste, supe que te ibas a hacer cargo de esa nada. Y la esperanza regresó antes de que pestañearas y me volvieras a mirar. Llenaste ese vacío poco a poco, a base de tus palabras, tus caricias y tus miradas.

Elegí morir, pero me hiciste volver a la vida.


TormentaWhere stories live. Discover now