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Imagen de Ximena

—Buenas tardes señora Kristen.— saludo la empleada de Ximena a la madre de Mike— La señora Ximena no se encuentra en casa.

—¿Como que no se encuentra?— pregunto confundida, estaba molesta y hablaba tajante y seria— Quedamos de vernos aquí ayer...— dijo disimilando el enojo que llevaba, la empleada sonrió apenada.

—Yo también tenía entendido eso, incluso por la mañana me dio ordenes de que hacer para la comida y todo lo que ocuparían para este día. Pero recibió una llamada y subió a su habitación, después bajo con una maleta y su pasaporte en mano... No dijo a donde iba o cuando regresaba.— explicó, Kristen cerro los ojos tragándose las ganas de golpearla.

—Cuando regrese o si llama, no le diga que estuve aquí, digale que llame para cancelar, y quiero que me avise cuando ella aparezca, por favor.— pidió amable la mujer asintió y Kristen se marcho con desesperación.

Nunca creyó eso de su amiga, se conocían desde siempre, fueron unidas y siempre se veían como hermanas, se amaban como tales, pero no creyó que fuera capas de hacer algo como eso, tal vez la conocía de años, era por eso que creía más en la palabra de Mike que en la de ella o todo lo que pudiera decirle, era su hijo del que hablaban y de una mujer que siempre tuvo lo que deseo, que no se detuvo en obtener al capitán del equipo de fútbol en la secundaria, que no se conformo con una nota regular, que no esperaba sentada a alguien y que siempre quería ser la primera en obtener las prendas de moda, una mujer que ya a su edad, seguía vistiendo con bikinis en la playa y en casa, que usaba mini faldas y vestidos escotados para jóvenes, que era capas de olvidar, no se tomo ningún responsabilidad solo por no tener dolores de cabeza, no se caso, no tuvo hijos y seguía de fiesta como cuando eran una veinteañera, la responsabilidad no estaba en su vocabulario y la edad le asustaba, era por eso que siempre tuvo amigos o amantes jóvenes, por seguir bonita por botox que por naturaleza. Pero esperaría sentada a que regresara, no sabía el porque la huida, aunque tampoco le importaba pues estaba consciente de que volvería y la tendría lo suficiente cerca para gritarle en la cara y darle una buena bofetada, así aprendería a no meterse con nada suyo, pues su hijo, era solamente de ella y la mujer que él amara, Ximena no estaba al nivel de nadie y no tenia ya la edad para estar de novia y casarse con alguien de la edad de Mike, mucho menos para tener hijos y aparentar que nada pasaba, si se hubiera enterado antes de la situación, ella estaría lejos de sus vidas y Mike sin culpas o amenazas de por medio.

Julieth se dejo caer en la cama mirando al techo, extrañaba a Mike como nunca antes, pero se quedaría por su bien, era mejor y le ayudaría a salir adelante, ser mejor y más notada en lo demás, amaba servir, no cambiaría nada de su vida si todo la llevaba de vuelta a ese lugar, donde estaba y como estaba, la vida no era fácil y lo sabía perfectamente, una persona como ella que constantemente arriesgaba su vida por otros y que era el blanco de disparos lo sabía bien, nada era normal o bueno. Cerro los ojos extrañando tener cerca a Mike, no poder besarlo, no poder mirar sus ojos y pelear con él, a decir verdad, no parecía un hombre como los demás, ¿era rudos?, si, ¿guapo?, claro, ¿educado?, después de todo lo que hizo, si, ¿inteligente?, demasiado, pero tenía tanto encanto cuando se ganaban su corazón o su confianza, Mike compartía con todos lo que tenía y no se quedaba con nada, tal vez eso era lo que amaba de él, entregaba todo y defendía a su país con determinación, pero cuando se molestaba, era de verdad molesto, podía ser bueno, pero deal humor o molesto, era un grano en el trasero, eso lo hacia más especial, porque no se alejaba hasta que admitidas las cosas y te arrepentías ante él.

—Grace, vamos a comer.— escuchó de la puerta, se quedo callada esperando a que alguien contestara, hasta que reaccionó — Julieth... Eres Grace.— se burlo Maggie (Mila) del otro lado,

—Sera difícil entender por ese nombre.— comentó molesta y poniéndose de pie, al abrir la puerta, se encontró con ella y su sonrisa más grande, claramente burlándose de ella.

—Solo repite tu nombre una y otra vez... Verás que es más fácil.— recomendó ella caminando a la cocina, Julieth detrás de ella la siguió y se sentó frente al plato de comida comprada.

—Mañana por la tarde iremos a la fiesta, así que debemos aprender los nombres que tenemos ahora, posiblemente conozcamos a alguien ahí... Recuerden en no hablar de más, si no todo se enredara.— advirtió Madison, sentada frente a ella y comiendo con pocas ganas.

—Ya lo sabemos Isabel.— aclaro Maggie.

—Cada quien tiene que entrar en un papel diferente.— dijo Julieth tomando el vaso para beber agua— No sera difícil, mientras no olvidemos nada de lo que decimos y nos comuniquemos bien entre todas, estaremos bien.

—Después de esto creo que no me quedaran ganas de mentir jamás.— comento Madison.

—Sera divertido, al principio es algo ilógico, creas cosas que no estas segura si funcionan o no, pero es cuestión de entenderlas y creerlas por ti misma para después hacer todo fácilmente... Hice eso con mi padre y mi madre cuando no quería verlos... Después de todo, no son nada mios, así que no importa si es verdad o mentira.— aclaro Mila, Madison y Julieth la voltearon a ver sin creerlo— Soy adoptada, y aunque piensen que esta mal y muchas cosas, no les haré caso, he estado años así y es mejor. No necesito que alguien me quiera para sentirme fuerte o que alguien me de su caridad para no tener trastornos mentales de adulta.

—Creelo, mejor que nadie conozco eso, no conozco el amor de esas maneras, familiar no tanto, mis padres están ocupados con otras cosas, en cuanto a amor de pareja, es un cuento de nunca acabar... Me enamore de alguien ejemplar, quería de él todo, su atención, su orgullo, que me amara, me diera la felicidad absoluta y sobre todo, que me valorara, no lo tuve porque se enamoro de otra, una mujer mejor que yo, que no le faltaba nada y que siempre tenia una actitud positiva, amaba a todos y se ganaba a cualquiera, es una mujer increíble, pero la hice sufrir con mentiras... Al igual que a él y muy en el fondo a mi, invente cosas que no eran y cuando todo explotó, me sentí bien, ¿estaba bien?— se pregunto para todas, las demás miraban a Julieth atentas— Si no lo tenía yo, no lo tenía nadie más. Pero nadie fue feliz, ella se fue y él se quedo, yo lo vi todos los días estos años, no era feliz y se arrepentía, me refugie en hombres, los use para satisfacer la necesidad y no me enamore, me prive de tanto y cuando lo encontré, cuando sentí ese amor, la valides y la felicidad de llegar a casa y estar con Mike, me dio miedo, porque había pasado años sin tener el amor, que me dolio saber que había alguien que tenía ese sentimiento por mi. Huí aquí para aclarar mis sentimientos, sentimientos que están claros, lo amo, más que a mi vida y mi trabajo, estoy dispuesta a todo por él, pero tengo miedo, miedo de no poder con todo y hecharlo a perder. No amarlo bien.— se dijo para si misma.

Fuerzas Especiales: Julieth [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora