La Ironía de la Belleza

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i. El ansia por validación

Ella tiene siete años, la primera vez que es llamada hermosa. Su piel morena, su pelo de ondulantes olas castañas, su sonrisa tan amplia y cautivadora como el Universo mismo. Es un amigo de su padre quien le dice esto. Con una sonrisa en su cara, sentado en el sofá de la sala de estar de ella, compartiendo una cerveza con el hombre que la trajo a este mundo.

"Diego" dice él, mientras la pequeña niña entra silenciosamente a la habitación con aperitivos preparados por su madre, para el par que ocupa el sofá de la sala. "¿Cómo es tu hija tan hermosa, cuando tu tienes una cara así?"

A pesar de ser una niña, y que esta declaración tiene más intención de ser un insulto a su padre que un cumplido para ella, no puede evitar absorberlo. Inhalarlo como si fuese oxígeno.

Así es como comienza, esta ansia por validación.

La palabra, hermosa, una miel agridulce que su lengua no puede evitar ansiar. Una mentira que la niña intenta, pero no puede forzarse, a creer. Incluso con lo pequeña que es.

ii. La paradoja todopoderosa.

Ella tiene trece años, la primera vez que es besada. Por un niño llamado Dante. Su piel unos tonos mas claros que el moreno de la niña, sus ojos, de un color avellana terroso. Él es alto, musculoso, y una mandíbula que podría romper corazones. El niño más deseado en su escuela.

El niño, en su escuela, que más la desea.

Aun así, mientras los dos caminan a casa desde la escuela, en silencio e incómodamente cerca, ella no siente que quiera ser deseada por él. Un niño que la ha llamado hermosa mas veces de las que la ha llamado por su nombre.

Este es el predicamento de su vida. La paradoja todopoderosa de su existencia.

Ella ansía ser llamada hermosa, ser deseada por esa misma razón. Sin embargo, cuando lo es, no puede evitar sentirse vacía. Como si el único valor que ella tiene en el mundo es un exterior, que todos, excepto ella, desean ver.

El mundo se va silenciando alrededor de los jóvenes. Una neblina vespertina avecinándose en el cielo sobre ellos. El otoño estará aquí pronto.

Dante frena. Mira al oscurecido cielo. Dice, "Es tan hermoso".

La niña frena. Hace lo mismo. , piensa.

Dante se gira para mirarla, acariciando la mejilla de ella con su suave mano. "Igual que tú"

La niña lo mira de regreso. Su mente ahogándose en la verdad. No, piensa.

Luego sus labios se presionan sobre los de ella y la está besando. Ella no lo besa de regreso. Tampoco se aleja. Después de todo, hay una miel agridulce en la lengua del niño que la niña no puede evitar ansiar tan profundamente que duele.

iii. La carga de un don

Ella tiene quince años, la primera vez que su madre la anota en un concurso de belleza. Una competencia donde ella debe ser la mejor en alardear de una belleza en la que no cree. Esto, todo para que pueda ganar un premio en dinero.

Su familia entera esta sentada alrededor de la mesa del comedor, desayunando, cuando esto es propuesto. Justo antes de que la joven salga para la escuela.

Ella no quiere hacerlo.

Especialmente cuando se siente tan incomoda en su propia piel. A pesar de que le dijeron tantas veces que esta piel, este cuerpo que ella luce, es más un don que una carga.

Accede de todos modos. Su familia necesita ese dinero.

La competencia llega tres semanas después de la conversación sobre el tema. Es brutal, maravillosa y todo lo que está mal con el mundo. Cada niña está, o perfecta, o desesperada, o triste. No es que en realidad haya mucha diferencia entre las tres.

Como cualquiera pudo predecir, la joven gana. Premiada con el título de la más bella entre una masa amontonada de envidiable juventud.

Se para en el escenario con rosas y una corona, la audiencia, una estridente orquesta de aplausos y aclamaciones.

La joven debería sentirse agradecida. Debería sentirse orgullosa. Ganó, después de todo.

No se siente de ese modo, sin embargo. Todo lo que siente es un vacío enterrado profundamente dentro, mientras sonríe a la multitud ante ella.

iv. Belleza

Ella tiene diecisiete años, la primera vez que le piden participar en un acto no relacionado con su belleza. Una carrera maratón, para juntar dinero para el cáncer de mama.

Es una joven de la escuela quien se le acerca con el tema. Su piel es morena, su pelo con trenzas cornrow, su figura grácil y agresiva.

"Tu mamá murió de cáncer de mama, ¿no?" dice la joven negra, a la joven mientras ella empuja libros de matemáticas en su casillero.

Se pausa ante la mención de su madre muerta. Cierra su casillero. Mira a la otra joven.

"Sí," dice.

La joven negra asiente. Le entrega un folleto, que detalla como participar en la maratón de la escuela para juntar dinero para quienes tienen cáncer de mama. Se aleja.

En el momento que llega a casa, la joven empieza a entrenar, pero no le dice a nadie de ello.

Una vez cometió el error de trabajar duro en algo más que su apariencia. Un niño le dijo que no debería esforzarse tanto. Las niñas bonitas no necesitan esforzarse mucho.

Cuando finalmente llega el día de la maratón, la joven sale al campo de la escuela, donde multitudes de niñas y mujeres ya se han agrupado alrededor de la línea de salida, todas ellas absortas en interminables conversaciones. La joven se les une, todo el tiempo en silencio.

Pasan los minutos. El disparo de salida suena. Ellas corren.

La joven es un poema de dolor, sufrimiento y felicidad, cuando finalmente cruza la línea de meta.

Es ahí que, la misma joven que la invitó a venir, se le acerca, su cara pintada de felicitaciones. "Lo hiciste bien," le dice.

La joven sonríe.

Se da cuenta, en ese momento, en que está cubierta de sudor, mugre y orgullo, que nunca se ha sentido más hermosa.

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⏰ Last updated: Jul 25, 2018 ⏰

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