Trabajando Para Él

Prólogo

Estaba apresurado por ir con papá a su trabajo, ya que después prometió comprarme un helado en mi tienda favorita llamada Heladería Martínez.

—Dame la mano, Chris—Me pidió papá mientras entrabamos en el enorme edificio.

Tal vez pida de chocolate o de mantecado y galletas, si tengo mucha suerte me comprará ambos, pero debo portarme bien.

Observó a mi papi que vestía con un atuendo idéntico al mío, me dijo que lo más importante de un empresario es la elegancia.

—Señor Armisén ¿Cómo se encuentra? —Lo saludó un señor de pelo blanco y arrugas marcadas.

—Parado—Bromeó mi padre haciéndome reír, la vista del señor cayó en mí haciendo que parara de reír y le sonriera como mamá siempre me dice que haga para lucir amigable. —Él es mi hijo mayor Christopher—Extendí mi pequeña mano para estrecharla con la del viejo.

—Mucho gusto—Papá sonrió por mi excelente educación.

Parece que si obtendré mi helado doble.

—El futuro de esta empresa justo frente a mis ojos—Me sonrió el señor.

—Así es, te veo luego—Papá se despidió y me llevo hasta su oficina, he ido varias veces cuando la niñera no puede cuidarme, así que no es algo nuevo para mi.

Me cargó haciéndome reír por las cosquillas que provoca apropósito en mi estomago para luego sentarme en una enorme silla de cuero frente a su escritorio.

— ¿Ves todo esto? —Señaló toda la oficina—Todo será tuyo.

Besó mi frente y me desordenó el pelo.

Agarró un par de carpetas que se encontraban sobre la mesa y me observó con una sonrisa en sus labios.

— ¿Vamos por ese helado?

— ¡Si! —Grité bajándome de la silla y corriendo hasta él.

—Todos tus logros tienen una recompensa, campeón...Jamás olvides eso. — ¡Helado!