Siete minutos en el paraíso ↪ OnTae

Capítulo Único

Las manecillas del reloj parecían moverse tan lento, tan pausado... como si el tiempo estuviese conspirando en su contra. Como si el tiempo estuviese dándole una señal, una pequeña señal para que considerara una vez más aquella respuesta dada hace algunas horas en la puerta de su instituto.

Su pie rebotaba contra el suelo varias veces mientras aquel minucioso sonido comenzaba a irritarle. No se había dado cuenta cuan nervioso se encontraba hasta que se dio cuenta de cómo la piel de su dedo pulgar era humedecida por su saliva. Él no mordía sus uñas, le parecía antiestético, pero esta vez aquí estaba, siendo controlado por sus emociones.

Hace algunas horas la idea de asistir a aquella fiesta que sus amigos le habían organizado le parecía perfecta. Estarían sus amigos, estarían las personas con las que amaba hacer bromas y reír como un crío. Estaría en aquel lugar donde no era consciente de que había obligaciones que lo atormentaran, pero ahora... ¿De verdad quería ir?

"¿Adivina quién acaba de confirmarme su asistencia a tu fiesta que habrá hoy en mi casa? ¡¡Adivina Taemin!! ¡¡ADIVINA!!"

Cuando recibió aquel mensaje sintió como era consumido por la confusión, ¿de quién podría tratarse para que Nicole estuviese así de alterada? Se preguntó mientras sentía como sus cejas eran atraídas en dirección a su nariz. Ningún nombre le pasó por la mente, ninguno, así que decidió responder.

"No tengo idea, ¿algún chico que deseas cortejar, como siempre?"

Sonrió satisfecho por su respuesta, ya que adoraba molestar a su amiga debido a su gran atracción por el género masculino. Casi pudo imaginar la erosión en la mueca de aquel fino rostro que poseía su amiga. No pasaron ni dos minutos cuando su celular vibraba con motivo de una respuesta recibida. Aquella divertida mueca no se había esfumado aún de su rostro cuando abrió el mensaje, pero al leerlo, aquel sentimiento de regocijo se evaporó completamente de su cuerpo.

"Ja Ja, que gracioso eres Lee Taemin. Pero la verdad es que sí. ¿A quién no le gustaría cortejar a ese chico? ¡A todas! ¿Sabes de quién hablo? ¡De Lee Jinki! Lo invité y dijo que sí. ¿No es genial?... Y quien sabe, tal vez y vuelven a ser amigos."

Leyó aquel nombre las veces que fuese necesario para cerciorarse que había leído bien el mensaje. Lee Jinki... Lee Jinki... Lee... Jinki...

¡¿Pero qué mierda?!

¿Y todavía decía que era genial? ¡¿Genial?! Él no veía nada de genial en ello. ¿Por qué una persona como él se tomaría la molestia de asistir cuando no hablaba con casi nadie desde que entraron al instituto? Un sinfín de preguntas comenzaron a detonarse en su mente, su estómago se sintió apretujado y sus ojos casi salían de sus orbitas.

Lee Jinki no era una persona fácil de tratar en el instituto, siempre iba de allá para acá sin compañía, a excepción de un libro viejo y unos audífonos puestos; y al parecer eso a muchas chicas les intrigaba, así que por eso se acercaban a él. Aunque nunca, ni una sola vez se supo que le hiciera caso a alguna. Ni siquiera se dignaba a mirarlas cuando ellas dejaban por los suelos su dignidad para tratar de tener un minuto la mirada penetrante de ese hombre. Además de que sus dotes musicales lo hacían un gran pilar dentro de la escuela, todos los profesores querían que estuviese dentro de algún proyecto escolar y a veces llegaba a haber discusiones por él entre los mismos.

Taemin y él habían sido buenos amigos antes de que entrasen al instituto, se llevaban demasiado bien y compartían un sinfín de pláticas interminables, pero cuando ambos comenzaron el instituto, al tener que separarse en clases, todo cambió. Jinki comenzó a alejarse de él, evitándolo sin razón alguna, suceso que intrigó a Taemin, el cual intentaba acercarse a él para pedirle una explicación coherente de lo que estaba sucediendo, pero sus intentos eran en vano, ya que no lograba conseguir nada. Se rindió con ello y continuó su vida escolar tranquilo, aunque a veces se lo encontraba con los audífonos puestos y completamente solitario, no volvió a tratar de hablarle.