—No suenas como una principiante.

—No creo que lo sea. La verdad está a salvo, en mi subconsciente, y el cuerpo actúa más que nada con el subconsciente —dijo Melody y sonrió al girar la pantalla del ordenar hacia ellos—. ¿Lo ves? Te dije que el rosa cereza era mi color.

Una parte de su alma se estremeció al comprender que todo aquel tiempo había estado en lo correcto, y que Chris siempre había tenido razón al proclamar la verdad. La chica en la fotografía definitivamente era ella. Su rubio cabello estaba recogido de un modo desprolijo, al parecer apenas lo suficientemente largo como para que pudiera atarlo aunque varios mechones cortos se escapaban y enmarcaban su rostro de un modo descuidado pero lindo. Estaba maquillada, algo que no recordaba tener la costumbre de hacer para nada. Su piel estaba pálida a causa del invierno pero lucía tan sencillamente feliz y segura, la diversión y la travesura brillando en sus ojos captados de color celeste por la cámara mientras lanzaba un beso hacia la lente como si hubiera atrapado al fotógrafo en el acto.

Melody miró a aquella chica que había sido antes de ser atrapada y su mente reescrita, y pensó en la chica que era estando en Elysium. Tan diferentes, tan opuestas. Esa chica no era tímida ni silenciosa, y definitivamente no podía ser ignorada. Lucia fuerte y valiente, intrépida, traviesa pero no de mal modo. Atrevida al lanzar ese beso hacia la cámara, después de todo se suponía que se trataba de una foto tomada por sorpresa mientras ellos la seguían pero ella los había desafiado al posar de ese modo para su diversión y la exasperación de ellos.

La fecha a un lado anunciaba que la fotografía había sido tomada el invierno pasado. Y los colores desenfocados en el fondo eran los del Kremlin según indicaba el pie de foto. ¿El Kremlin? ¡Ella había estado en Rusia el invierno pasado! ¿Sería allí donde la habrían atrapado? No, aquello era casi un año atrás, sería imposible y apenas llevaba unas semanas consciente allí. Y su imagen lucía tan segura, como si supiera que era imposible ser atrapada. Quiso volver el tiempo atrás, encontrar a esa chica y tomarla por los hombros, sacudirla y rogarle que jamás se dejara atrapar porque entonces lo perdería todo. Y aún peor, se perdería a ella misma, porque Melody no pudo reconocerse a pesar que allí aparecía su nombre.

Melody Hart. Amenaza nivel cinco. Mantener completamente vigilada y bajo ninguna circunstancia alterarla o ponerla en una situación de amenaza. Tener extremo cuidado. Peligrosa. Criminal. Ningún asociado conocido.

La impresora escupió el papel del archivo y Melody lo cogió y lo guardó rápidamente. Volvió la pantalla a su lugar al escuchar ruido, fingiendo no haber visto nada de aquello cuando la mujer regresó pero su corazón latía de un modo doloroso dentro de su pecho. De nuevo se sentía completamente desligada de la realidad, el silencio y el frío la rodeaban, y quería llorar sin saber por qué. Devolvió la bandeja diciendo no estar interesada en ningún aro y la mujer no reparó en aquellos que faltaban. Dejó unos billetes sobre le mostrador sin prestar atención para comprar el tinte, tan solo podía pensar en salir de allí antes que se rompiera. Su pecho dolía demasiado y comenzaba a serle difícil respirar.

Sabía que lo que había retrasado tanto a la mujer allí atrás había sido el hecho de seguramente llamar a sus superiores para advertirles de lo que estaba aconteciendo pero en aquel momento Melody ni siquiera podía sentir el temor o preocuparse por las posibles consecuencias. Salió rápidamente para el placer de la mujer. Quería correr pero aquello hubiera sido sospechoso. ¿Y correr hacia dónde? Estaba atrapada allí, sin posibilidad de escape, sin nada más que su cuaderno de dibujos. Ni siquiera se tenía a ella misma, porque no era ella misma.

Sus ojos ardieron mientras apresuraba el paso. Le había arrebatado todo. Sus recuerdos, su persona, su vida. Se abrazó a ella misma mientras temblaba, solo entonces siendo consciente de lo vacía que se sentía por dentro. ¿Cómo había terminado allí? ¿Qué había sucedido exactamente? Ahora ya no le sorprendía que llorara, o se despertara tan alterada en medio de las noches a causa de sus pesadillas. Aquel mismo lugar era una pesadilla. Y ella no era nada más que una chica atrapada en una caja de cristal para el entretenimiento de un circo. ¿Habría alguien afuera que supiera lo que le había sucedido? ¿Alguien la estaba buscando? Familia, amigos, cualquiera. Alguien debía de haber notado su ausencia, quería creer que no estaba sola. Pero el archivo había especificado que no contaba con ningún asociado. ¿Realmente estaba sola?

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