¿Y tú?, ¿Me amas?

Capítulo 31

Ana se metió de nuevo a la casa, ni siquiera había pasado el umbral de la puerta, camino de espaldas y chocó con algo.

Ese algo la tomo de la cintura y le plantó un beso en la mejilla.

— ¡Fernandoooo!— gritó Ana un poco asustada.— ¡Por que te desapareciste!— dijo dándose la vuelta para verlo a los ojos.

El soltó una pequeña carcajada y después de ver el rostro de Ana, lo cambio a uno serio.

— ¿Como supiste que era yo?— dijo de nuevo tomándola de la cintura.

— Intuición.— contestó acariciando la mejilla de Fernando.

— ¿Aun quieres casarte conmigo?

— Claro, señor retardo.— Ana se soltó de su agarre y camino a la salida.

Antes de que saliera el la tomo de la muñeca y la giro hacia el.

— Perdóname Ana, tuve un percance antes de llegar aquí...

— Déjame adivinar, no querías que tú hermano viniera a tu boda e intentaste hacer que no viniera.

— Casi... bueno, mi padre se está encargando de que no entre a nuestra boda en estos momentos. ¿Vamos a casarnos o no?

— No.— dijo Ana juguetona.

— Bueno, me voy a buscar a alguien mejor... mentira, no hay nadie mejor que tú mi vida.— la tomo de la mano y juntos caminaron hacia el lugar en donde se iban a casar.— Te vez bellísima, más de lo normal.

El juez hablo lo que debía y firmaron junto con sus padres.

— Bien, puede besar a la novia.— dijo por fin el juez.

Ambos se vieron a los ojos y se sonrieron.

Fernando fue quien tomo la iniciativa y la beso dulcemente...

Ni Diego ni Estefanía fueron a la boda de Ana y Fernando. Ninguno de los dos quería tenerlos cerca por el momento.

•

— ¡Foto familiar!— gritó uno de los fotógrafos a la familia de Fernando.

Pronto todos se fueron acercando, los padres de Ana, el padre de Fernando y todos los pequeños se acercaron, Fanny sintió un poco de vergüenza, pero Ana le aclaró que es hija de el hermano de Fernando, así que aún es parte de esa familia.

Más tarde se encontraban bailando la mayoría de las personas, aunque ya quedaban pocas...

Los niños se durmieron en la casa de su abuelo Nicolás, que fue en donde se celebró la boda.

Fernando y Ana aún bailaban, junto con sus padres y algunos de los invitados.

Termino todo alrededor de las dos de la madrugada. Simplemente se metieron a la casa, en donde dormirían hasta el día de mañana, que sería cuando se fueran a su luna de miel.

•

Ambos de pusieron sus pijamas, Ana fue la primera en acostarse, pero se quedo recargada en el respaldar de la cama, quería asegurarse de que Fernando si durmiera esa noche.

Fernando aún estaba en el baño cuando le llegó un mensaje de texto en su teléfono, el sonido despertó un poco a Ana, que apenas se estaba quedando dormida.

— Cariño, tienes un nuevo mensaje...— hablo apenas Ana.

— Revisa quien fue a esta hora, y léelo por favor.— salió del baño y se recargó en la puerta después de haberla cerrado, para esperar la respuesta de Ana.