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El sol ya estaba alto cuando me desperté.

Me levanté de un salto de la cama y me desperecé, rogando que aún no hubieran llegado.

No era mi intención haberme quedado dormida hasta tan tarde.

Me lavé la cara con agua y miré mi reflejo en el espejo: mis rizos cada vez eran más frondosos y mi pelo había crecido muchísimo en este último año. Por fin parecía una mujer adulta y no la niña que acostumbraba a ser.

Me vestí y me asomé a la ventana.

Menos mal que no había nadie.

Ahora vivía sola en Khalizia.

Me hice una trenza rápida y comencé a bajar las escaleras. Justo entonces, escuché que aporreaban a la puerta.

- ¡Maya!

- ¡Voy! -contesté.

Abrí la puerta y vi a Raymond, quien parecía muy contento.

- ¡Raymond! ¿Qué pasa?

- Nada, princesa -sonrió-. ¿Vamos?

- ¡Vamos! -recogí mis cosas y salimos de casa.

Pronto llegamos a la taberna del dragón, donde nos estarían esperando todos los demás.

- ¡Buenos días! -gritó Raymond nada más entrar.

Algunos de los presentes les contestaron, pero la mayoría no. Parecía que estuvieran pendientes de otra cosa, murmurando entre ellos, profiriendo algún que otro grito ahogado y arremolinándose en un lugar de la habitación.

- ¿Qué está pasando? -le pregunté a alguien que parecía que estuviera más calmado.

- Será mejor que esperes un poco.

¿Qué diablos estaba pasando? Me acerqué un poco para mirar mejor y le indiqué a Raymond que hiciera lo mismo.

- Apartaos -dije, acercándome al medio del grupo.

Supongo que por respeto, pero todos se fueron apartando poco a poco.

Unos ojos azul hielo me devolvían la mirada desde el suelo.

- ¡Hassan...!

Estaba destrozado.

Su ropa, hecha jirones. Su cara, llena de suciedad y arañazos.

También contaba con una herida grave en la pierna. Su mirada vagaba sin dirección, evitando mis ojos.

- ¡Raymond! -grité horrorizada, mientras intentaba levantarle.

- ¡Soltadle! -me ordenó alguien-. Que nadie le ayude.

- ¿Qué...? ¿Por qué no íbamos a ayudarle? -preguntó Raymond, desorientado.

- Porque soy un asesino -contestó Hassan, hablando por primera vez.

***

- Sigo sin entender nada -sentencié.

- Maya, sé que es difícil, pero todas las pruebas le señalan. Es él. Le cogieron en el lugar del crimen.

Pero yo seguía sin creérmelo.

- Glenn, estamos hablando de Hassan...

- Lo sé, Maya, pero él mismo ha confesado. Ya lo has oído.

No podía ser verdad. Hassan había hecho cosas, tenía su pasado oscuro, pero, ¿asesinato? Jamás.

Hassan no era capaz de hacer semejante cosa.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Oct 13, 2018 ⏰

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ASHAM (DRAGON THIEF II)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ