The Last Goodbye {Larry Stylinson}

618 20 5
                                    

• Titulo: The Last Goodbye |El último adiós.
• Autor: jb1dinspiringme | Osease yo.
• Adaptación: No.
• Género: Drama
• Advertencias: No leer si estás triste.

•Disclaimer: One Direction le pertenece a mi mamá...digo, a Modest!

• Sinóspsis: Esta no es una historia de amor.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::

El pequeño gemido que había iniciado el llanto se había convertido en gritos de angustia; como si fuera un incendio provocado por una colilla de cigarro, así se propagó el dolor en tu interior. Las cortinas cubrían las ventanas, evitando así que cualquier rayo de luz proveniente de la tarde se filtrara. Sentado en el suelo de la cocina, a lado de platos y vasos rotos, parecías una persona totalmente diferente.

No habían risas ni chistes matutinos. La televisión estaba apagada y el estéreo había dejado de reproducir el viejo disco que te habían regalado. Tu respiración entrecortada y tus ganas de destrozar todo lo que estuviera a tu alrededor eran cosas que podías controlar aunque tal vez no por mucho tiempo. Afortunadamente, luego de estar horas tirado en el suelo, aún seguía existiendo un pequeño pero importante lado cuerdo perdido en algún hemisferio de tu cerebro.

“¿Qué había pasado?” Le preguntabas a tu interior esperando obtener algún tipo de respuesta que te ayudara a entender el motivo de tu actual depresión. ¿Por qué sentías tanto dolor si ayer estabas bien? Tu corazón exigía alguna respuesta que pudiera acallar el sufrimiento que lo inundaba. No entendías nada.

Desde la mañana habías despertado desganado, no recordabas tu sueño, sólo el simple presentimiento de que algo malo sucedería. Algo relacionado con tus problemas personales en estos últimos dos meses… algo relacionado con él.

Aquella opresión entre el pecho  y el estómago se robaba tus pensamientos y alentaba a tu garganta a emitir aquellos sollozos desesperados. Gritabas al mismo tiempo en el que sentías cada célula de tu cuerpo romperse ante el veneno de odio, dolor y arrepentimiento que era traslado a tu cuerpo por tu sangre. Ya no habían respiraciones entrecortadas, habían desaparecido para dejar que grandes bufidos y exhalaciones se pronunciaran desde tus pulmones hacia tu boca, respiraciones largar y profundas que te ayudaban a no cometer actos suicidas en un momento decisivo.

Y de nuevo, aquella opresión entre tu estómago y tu pecho te hacía recordar lo infeliz que eras. La tristeza que embargaba a tu cuerpo por estar lejos de la persona a quién amabas… por no saber si en algún momento él sufría de la misma manera en la que tu lo estabas haciendo siempre… Te impresionaba reconocer que aquel sentimiento que nunca se había ido. Que siempre había estado ahí, oculto entre los filamentos de tu cuerpo para hacerse notar en el momento menos indicado, para salir y joderte la vida como lo estaba haciendo justo en estos instantes. Era como tener una burbuja en tu interior que se expandía día con día haciéndote difícil el respirar; asemejaba un pesado hueco en tu interior que te impedía caminar… era un ardiente dolor que no te dejaba sonreír.

La tranquilidad que habías sentido el día anterior se había convertido efímera, como si nunca hubieran existido aquellas horas de dicha y armonía. Apenas podías recordarte riendo enfrente de la televisión, pensando que todo iba estar bien, que no importaba que Harry se hubiera marchado, que podías seguir tu vida sin su presencia...

¡Mentiras!

 

Golpeaste la pared con tu puño concentrándote en el dolor de tus nudillos, observando pequeños hilos de sangre recorrer el dorso de tu mano como pequeños riachuelos. Mientras recordabas como habías regresado arrepentido a pedirle al ojiverde que volvieran, pequeños remordimientos y pensamientos se filtraban en tu mente haciéndote pensar en lo estúpido que habías sido. Porque habías sido tú el que lo había dejado en un principio. Porque en algún momento de fortaleza creíste que estar separados era lo mejor que podían hacer, porque habías comenzado a cansarte de sus celos irracionales y de su sentir de propiedad ante ti. Y así fue por algunos meses... o eso creíste. Negado a aceptar que todavía sentías el mismo amor por él, te alejaste de su vida y comenzaste a hacer la tuya, ignorando que él también podía hacer la suya.  

In the Shadow {One Shots}Where stories live. Discover now