Instagram.

@CapRogers.

—¿Entonces ya entendiste cómo etiquetar a alguien?—Cuestionó el gran hombre de hierro mientras le pasaba el celular a Steve, quien mantenía un rostro lleno de confusión.

—Mejor dejémoslo así, Tony, no necesito un instagram para sobrevivir.—El mayor estuvo apunto de dejar el celular en la mesa pero la mano del hombre con lentes oscuros se lo impidió.

Stark se quitó los lentes, guardándolos con calma dentro de su saco sin despegar ni un segundo la mirada de Steve.

—Mira, Rogers, no voy a permitir que bajo mi tutela tú te quedes a la mitad.—El mismo hombre llevó el dorso de su mano a su frente de manera dramática.—¿Sabes el daño que eso le haría a mi gran imagen?

El capitán sólo asintió rendido, después de todo Tony estaba ahí ayudándolo, no podía sólo dejar todo e irse.

-Media hora después-

—No es tan difícil, capipaleta.—Se notaba un poco de desesperación en su voz, Tony recordaba que cuando le explicó a Thor cómo utilizar la aplicación el dios rompió el celular porque dijo que era demasiado genial para cosas de mortales, entonces no tuvo que seguir intentando, y con Steve llevaba todo el maldito día sin poder avanzar. Si no lo rompía el rubio, el castaño iba a hacerlo.

—Es difícil para mí.—Steve replicó mientras seguía intentando entender cómo era eso del nombre de usuario.—Paciencia.

—Es que hasta el mapache zombie aprendió rápido y tienen como la misma edad, ¿qué eres tú?, ¿nuestro abuelo al que le tenemos que explicar todo?—El de pelo oscuro abrió una caja donde había donas, tomando una y mordiéndola como si aquel círculo de masa le fuese a quitar todo el estrés de encima.

—Tú fuiste el que te ofreciste a ayudarme y no me dejaste ir hace un rato.—

Ironman rodó los ojos antes de asentir y volverle a explicar al capitán qué eran las historias.

-Dos horas después-

—Entonces, ¿sólo presiono aquí y ya?—Cuestionó Steve sin dejar de mirar la pantalla del celular, Stark por otro lado se sostenía el puente de la nariz al mismo tiempo que negaba con suavidad. Sin más palabras de por medio Anthony se levantó ganándose por fin la mirada del hombre junto a él, se colocó sus gafas de sol nuevamente y acomodó su saco.

—Eres caso perdido, hombre, y mira que tuviste al mejor maestro del mundo—Y salió de la cocina, dejando al rubio solo, con su horrible celular.

Steve estuvo un rato más intentando entender de qué trataba todo aquello. Pero al final no logró hacerlo del todo.

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Comienzo de publicación; 12/07/18.
Esto es como una pequeña probada.