Emilio Garcia un periodista reconocido de la ciudad de Nueva York tiene que entrevistar a Nina Santino, una bella chica procedente de Rumania que, segun le dijeron, tiene algo mas que una buena historia para contar, para el final de la noche, Emilio...
Me recosté y dejé que el sueño se apoderara de mi.
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-Nina.
-Mi Nina. He esperado por ti tanto tiempo.
-Ven... entrégate a mi.
Sentí una lengua lamer mi mejilla.
Desperté. Fijé la mirada al techo acomodando mi cabello, era la misma voz que escuché en el bar, era él, mire el reloj que estaba en el pequeño mueble junto a mi cama.
-05:00 am.
Si asi serán mis vacaciones entonces serán largas, miré hacia la ventana y vi una figura, pensé que seguía dormida, talle mis ojos intentando mejorar mi visión y ahí seguía, parado ahí junto a las escaleras de incendios,observándome, podía ver la silueta de un hombre. Mi corazón empezó a latir con mas fuerza, me giré para encender la lampara junto a mi cama, me disponía a mirar de nuevo pero ya no estaba.
Ya no pude volver a conciliar el sueño.
(*)
Eran las ocho de la mañana cuando me dispuse a dejar mi cama, fui directamente a la cocina por un poco de agua y me senté a ver la tele. No habia nada interesante, deje un canal de musica, saque mi celular y empecé a navegar por internet.
Dieron las diez de la mañana cuando Nikki se despertó con dolor de cabeza, me pidio unas pastillas para la migraña y se recosto en el sillon junto a mi.
-Y Sadja?.- preguntó.
-No lo sé. No ha mandado ningún mensaje desde ayer. Supongo que ya no tarda.
Nos pusimos de acuerdo en que haríamos de desayunar y no se nos pudo antojar nadamas que un poco de comida rapida, quizas una hamburguesa o una tostada francesa, ninguna de las dos queria cocinar, asi que nos bañamos, nos vestimos y salimos con direccion a un restaurante ubicado cerca del departamento, era una pequeña cafeteria que su tamaño lo compensaba con su sabor. Le escribimos a Sadja que nos veriamos ahi para almorzar.
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