Un par de maletas

15 0 0
                                    

El tiempo nos pilló desprevenidos. Elcafé aún ardía, sonaba nuestra canción en el tocadiscos y lasgotas de lluvia echaban carreras por el cristal.

Tus labios me susurraban algoinaudible para mis oídos aún dormidos y me producía escalofríosel roce de tus dedos sobre mi espalda.

Ya no soportaba aquella sensación,estabas sin estar; y en parte, te habías ido sin irte. Supongo, queasí lo había querido el destino, pero yo no estaba dispuesta asoportarlo.

Y en ese momento, mientras te revolvíael pelo y me perdía en cada uno de tus lunares, me percaté de ello.No estábamos viviendo nuestra vida, éramos dos extraños buscandocompañía y unos cuantos besos.

Minutos después, metí nuestrosrecuerdos en un par de maletas y huí de nuestro nido de ese supuestoamor. Te dejé una nota en el cristal, para que me recordaras a cadamomento. "Escucha lo que tengas que decirte."

Un par de maletasWhere stories live. Discover now