ALAS

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Loki trató de no inquietarse mientras el jefe le taladraba una vez más. Ya era bastante malo ser arrastrado a la alfombra frente al Gran Tipo de nuevo, con alas de ángel nada menos. Sería aún peor, sin embargo, si Belcebú pensaba que no estaba prestando atención.

En honor a la verdad, sin embargo, no lo estaba haciendo.

En realidad, no. Había oído todo esto antes. Varias veces. Pero seguía metiendo la pata. Aunque esta vez no era culpa suya. En realidad no. O al menos no del todo. ¿Cómo iba a saber que la mujer cuyo corazón el acababa de romper, había escapado, de hecho por poco, de un matrimonio abusivo que probablemente habría significado la muerte para ella?

Había hecho lo peor, hizo que la rubia creyera que su futuro marido le estaba siendo infiel, cuando en realidad no lo era. Toda la ruptura había sido obra suya, de principio a fin. Y en lugar de hacer los méritos necesarios con el jefe, se las había  arreglado para ganarse otro par de alas de ángel.

Estúpidas cosas.

Eran pesadas y blancas, alas que no hacían juego con el decorado de humo y azufre y dolían como un hijo de puta, cuando se las cortaban.

Estúpidos humanos con sus estúpidas cosas ocultas bajo la superficie, escondiendo quienes eran realmente. Él los culpaba de esta cagada.

Se dió cuenta de repente, de que Belcebú había dejado de hablar y le miraba con expectación.

Mierda.

Loki se humedecio los labios. ¿Debía admitir que no había prestado atención?

Probablemente, no.

No podía quedarse así, sin embargo, podía oír al Jefe rechinando sus dientes, por no mencionar el aire, repentinamente lleno de humo.

Tragando, y sin respirar demasiado profundamente. Loki alzó la vista.

- ¿Suplico su perdón? - intentó con su mejor "soy un demonio joven que no conoce ninguna palabra mejor".

Había fuego en los ojos del Jefe y humo que salía de la nariz y el rostro estaba encendido de un rojo bastante furioso, más enfadado que de costumbre, incluso - ¿Eso es todo lo que tienes que decir en tu defensa? -.

Oh, estaban en la parte servil de esta particular jodida por el culo. Pedir perdón había sido, en realidad, una respuesta adecuada aunque era evidente que el Jefe esperaba más de él que eso.

- ¿No va a suceder de nuevo? - No había tenido intención de hacerlo sonar como una pregunta.

Belcebú resopló, enviando una impresionante nube de humo por encima de sus cabezas - Eso es lo que dijiste la última vez y la vez antes de esa, y la...

- Esta vez no fue culpa mía.

- Humm... Pasando la pelota. Bueno, eso me gusta. Me gusta lo suficiente para que puedas volver allí y vuelvas a intentarlo.

Loki parpadeo, incapaz de creer su buena fortuna. - ¿Puedo?-.

- Puedes, pero, loki...

- ¿Si, jefe?

- No regreses con otro par de alas en esta ocasión. Encima de todo lo demás, es vergonzoso.

- No, señor. No lo haré. Verá, ¡Voy a hacerlo bien esta vez! .

Por supuesto, en el momento en que terminó de decir la palabras, estaba hablando consigo mismo, fuera de la misma cafetería que había sido el escenario de su último crimen. Era una pena que el café apestara ahí, porque podría haber consumido una cafetera o dos ahora mismo.






















Holaaaaa
Este es el segundo capítulo, ojalá les esté gustando, es un poco difícil de editar, pero no importa, me encanta esta historia.
Esperen por el tercer capítulo. Bye bye~~

Cada vez que suena una campana ( thorki )Where stories live. Discover now