Conociendo a los internos (parte 5)

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•Interno «462»

-Nombre: Jeremy Ferguson

-Enfermedad: Amnesia

Mamá—murmure mientras abría la puerta de su habitación— Mamá ¿Puedo dormir contigo?— le pregunte. Ella se levanto en el acto y me miro con el ceño fruncido.

—¿Sucede algo?— dije mientras estrujaba el peluche de serpiente que tenía— Perdón por despertarte, pero tengo miedo y...

—Ya cállate—me grito— No haces mas que chillar y chillar, debiste nacer niña.

—Pero mamá yo...

—Nada de peros, solo ándate a dormir y no fastidies.

Me cerró la puerta en la cara y arrastrando los pies me dirigí a mi habitación. Cerré la puerta lentamente para no hacer ruido. Mamá siempre es así, siempre que viene ese tipo de traje blanco. Ella antes no era así, antes sonreía ahora ya no lo hace mucho.

Extraño mucho a la mamá de antes.

Salte sobre la cama y di grandes pasos hasta llegar hasta el otro lado. Alguien me estaba persiguiendo y no sabía quien era.

—Quien rayos eres—le espete, pero al ser una dama a la cual me dirigía no sería tan grosero— Dime quien eres.

—Jeremy—dijo ella— Tranquilo, soy yo.. Sammi.

—¿Quien es Sammi?— le pregunte mientras me arrinconaba contra la pared— Dime quien eres.

—Tu esposa—enseño el anillo que traía en la mano— Vamos, ya no te acuerdas de mi.

—No se ni siquiera quien soy.

—Eres Jeremy Ferguson, mi esposo y el padre de mis hijos.

—¿Tenemos hijos? *La cara de Jeremy era algo asi: D:*

—¡Ferguson!—se abalanzo sobre mi pero la esquive. Salí por la ventana, por suerte estábamos en el primer piso y seguí mi camino mientras huía de la persona la cual me estaba gritando.

Llegue a un hotel y pedí una habitación. Le dije que me llamaba... Joseph del Río. Un nombre bastante ridículo pero me creyó. Subí hasta la habitación y me deje caer sobre la cómoda cama. ¿Qué estoy haciendo?

La ventana se abrió pero nadie entro, solo una lata de color negro cayo estrepitosamente. Comenzó a salir humo de esta. Cubrí mi rostro con la manga de mi chaqueta para evitar aspirar ese humo, pero no sirvió de mucho. Caí al suelo. Mire hacia la ventana y un hombre se acercaba.

—Mierda— murmure antes de caer dormido.

***

~Audio 029+AB~

Que hago aquí— pensé. Estaba en un pequeño cuarto color gris. No había nada, nada mas que una simple mesa.

—Bueno... Es él— entro un joven vestido de blanco. Me miro y me mostro una cínica sonrisa—Que hago aquí— murmure.

—Estas en un proyecto de … Transformación encefalo craneana, querido Jeremy.

—Estais locos—grite.

— Lo sabemos.

***

Me desperte y estaba Natasha dandole de comer al chico nuevo. El la trato mal y ella se fue bastante triste.

—¿Te vas a comer eso?—le pregunte.

—No, para nada— dio una sonrisa y le correspondí— Toma—nuestras manos se rozaron y sentí un leve cosquilleo.

—La noche esta bonita, verdad—murmure.

—Si, esta hermosa.

—Si—enterlace nuestras manos y el me miro. Le sonreí y el también lo hizo

[[Narra en tercera persona]](Se encuentran en el patio)

El castaño se sonrojo ante el gesto de Jeremy y lo miró con detenimiento. Su cabello salvaje le llegaba hasta los hombros, estaba suelto y mojado. Haciendole ver de un rojo oscuro como la bata larga que traía. Su piel blanca parecie brillar en la penumbra. Jeremy supo que lo miraba y se acerco sonriente. Su sonrisa estaba llena de deseo, Andy podía sentirlo y una fuerte punzada en sus pantalones le hizo saber que también lo deseaba, pues Jeremy era hermoso y sensual para serle indiferente, más si se le acercaba sonriendo de esa forma.

—Tus ojos me queman... pureza y lujiria veo en ellos—dijo Jeremy mientras se sentaba en las piernas del castaño.

—Y-Yo—pero fue callado por un beso lleno de fuego. La lengua de Jeremy se enredaba con la de Andy, haciendolo jadear en la boca del otro. El chico tímido desaparecio cuando la lujuria desaparecio de el.

—Con gusto...— aun no acababa de desatarlo cuando le salto encima besando, mordiendo y chupando el cuerpo niveo de Andy. Parecía poseido por el deseo. Desato la bata oscura que traía el castaño. Comenzo a mordisquear las tetillas de Andy con devocion, a lamer su pecho y abdomen como si no supiera otra cosa mas que saber que darle placer, y lo estaba haciendo. Andy no paraba de jadear mas fuerte, haciendo eco en todo el lugar. Entonces Andy tomo el miembro del pequeño y empezo a masajearlo mientras volvía a los labios del pelirrojo.

Jeremy se incorporo y empezo a desnudar al castaño sin ninguna delicadeza, arranco los botones de la camisa de andy, bajo los pantalones con todo e interiores y dejo ver la enorme ereccion del chico de ojos azules.

—Vaya... Si eres grande— dijo susurrando frente al miembro del castaño— Veamos si entras en mi boca— comenzo a succionarlo con devoción, pero no cupo dentro de su boca, Andy, inconscientemente puso sus manos sobre la cabeza del pelirrojo, este daba lamidas a todo lo largo del miembro del castaño, el castaño termino corriendose en la boca del pelirrojo.

— Y- Yo lo siento— dijo Andy disculpandose. Jeremy lo callo con un beso en los labios, hizo que el castaño se recostara en el suelo a su lado. Lo abrazo por la cintura y le sonrió— Gracias Jeremy, aunque se que esto lo olvidaras mañana.

—Creeme andy... Que esto no lo olvidare nunca.

El manicomioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora