(PRONTO A LA VENTA) Waaseyaa (I): Besada por el fuego

¡Muchísimas gracias a todxs!

Queridos lectores y lectoras,

Aprovecho este espacio para anunciaros que la primera parte de la novela ha llegado a su fin. Como hice saber a algunos de mis seguidores, Waaseyaa iba a tener dos partes, y con este último capítulo se cierra el primer ciclo en la vida de Catherine Olivier.

Son numerosas las cosas que me gustaría decir, pero, irónicamente, no sé cómo escribirlas. Esta historia surgió como una idea tonta, vaga, ilusoria, que pensé que se agotaría a la mínima de cambio. ¿Quién iba a interesarse por una historia así? ¿Sería yo capaz de continuarla? ¿Estaría al nivel necesario para hacer un buen trabajo? Curiosamente, lo primero que fantaseé de esta novela fue el final, la muerte de nuestra querida Jeanne. A partir de eso, construí hacia atrás todo..., mas acabó yéndose de mis propias manos y volando en una creatividad que jamás pensé que surgiría. ¿Os acordáis de esa pequeña Catherine asustadiza? Poco a poco, a cada capítulo que componía, iba transformándose en una luchadora, en un personaje que he llegado a amar casi como a mí misma, tanto que se me saltaban las lágrimas al escribir sobre el fallecimiento de Jeanne, incluso de Desagondensta. Estos personajes han viajado conmigo durante más de un año y se han convertido en una importante parte de mí, a pesar de mis problemas personales y profesionales. Sin embargo, ello también ha sucedido gracias a todos vosotros. Sin lectores, las palabras no existen... Se me humedecen los ojos al intentar plasmar mi agradecimiento. Habéis hecho esta historia grande y, en cierto modo, habéis hecho justicia a todas esas comunidades indígenas que, todavía hoy, sufren las humillaciones del hombre y la mujer blancos. Esta novela nació de mi afán de responsabilidad ante un pueblo que agoniza..., un mundo donde las guerras siguen ocurriendo, aunque sea de distinta forma; un mundo donde los niños son deportados o mueren ahogados en las playas del Mediterráneo por su nacionalidad, el color de su piel, sus costumbres... Un mundo que parece no aprender.

Gracias a todos por apoyarme, por brindarme vuestras dulces palabras de apoyo, por sentir, aunque solo fuera durante un minuto, lo que he escrito. Gracias a Catherine, por recordarme la fuerza que anida dentro de mí, de todos nosotros. Gracias a Namid por convertirse en el mejor compañero que haya podido imaginar. Gracias, gracias, gracias.

Espero que la segunda parte de la novela nos traiga tantos éxitos como la primera. Prometo trabajar duro hasta la última página.

La historia continúa.

Miigwech nisayenh e nishiime