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  Un día más.

 La misma rutina de siempre.

 El mismo deprimente lugar.

 Solo había algo diferente, él no estaba ahí, y no lo estaría más.

 Taeyang estaba recostado en la cama de hospital de su novio, su difunto novio.

 Exhalaba con fuerza, tratando de recolectar aunque sea un poco de la rica esencia de su amado, a pesar de que su olor esté un poco combinado con el de los medicamentos.

 Decir que lo extrañaba era poco, no había definición para la tristeza y el vacío que sentía en este momento, la única persona que lo había acompañado, comprendido y querido los últimos años de su vida, ya no estaba.

 ¿Dónde estás Youngkyun? ¿Se estarán escurriendo lagrimas por tus ojos, al igual que se escurren por los míos? Pensaba el pobre chico con sus castaños ojos actuando como cascadas.

 No podía estar más en ese lugar, sentía como se asfixiaba en todos los recuerdos que había vivido con el chico, desde cómo se conocieron, su primera cita, y hasta cuando le diagnosticaron el cáncer de pulmón, junto el mismo día en el que planeaba pedirle que pasara el resto de su vida con él.

 Apresurado y con el corazón retumbando fuerte en su pecho, salió del hospital, siendo cegado por el atardecer que se presentaba en el cielo.

 Ay Youngkyun, en otra ocasión me hubiese encantado ver esto contigo, sé que amabas aquellos colores que se plasmaban en el cielo durante el crepúsculo, pero ahora solo siento como si me quemara.

 Fijando la vista en el suelo, camino hasta su apartamento, donde entró casi con los ojos cerrados, cada vez que veía algún lugar de la pequeña sala se reproducían memorias en su cabeza.

 Pasó horas sentado en el piso del baño. El único lugar donde los recuerdos no los golpeaban tan salvajemente, como si una película se reprodujera en su cabeza.

 Pensaba que de ahora en adelante, lo que era el pilar de su vida ya no estaba. Su madre murió hace muchos años, y su padre, no quería ni pensar en ese hombre, causante de tanto sufrimiento a él y su progenitora.

 No le quedaba nadie, solo eran Youngkyun y él.

 Solo era él.

 Decidido de lo que haría a continuación, caminó a su habitación, casi ciego por las gruesas lágrimas en sus ojos. Tomó un bolígrafo, un papel y se dirigió otra vez a su pequeño rincón en el cuarto de baño.

...

 No soportaba ni siquiera estar en la comodidad de su hogar, decidió huir, corriendo sin saber a dónde iba.

 Se encontraba en un oscuro parque, tal oscuridad le calmo de cierta manera, a pesar de que antes de que él se fuera, él le temía.

 Escuchaba a un extraño pájaro cantar, sentía como la locura lo consumía.

 ¿Dónde estás Youngkyun? Ayúdame por favor, me siento tan perdido.

 Dime qué hacer, quiero estar contigo.

 No le quedó más que mirar al cielo, esperando una respuesta. Ni siquiera pudo apreciar las bellas constelaciones que se cernían sobre él.

 De pronto, el canto del pájaro se hizo más fuerte, de la oscuridad emergían unas bellas notas que ni con tantos años dedicándose al piano, pudo reconocer. Era atrayente, tanto, que sin darse cuenta, empezó a seguir aquel sonido, casi hipnotizado.

 Su estómago chocó con algo sólido, sacándole de su trance. Frente a él se mostraba el más bello paisaje que pudo haber visto.

 Sería más hermoso si lo viera contigo.

 Suspendido en una galaxia, las bellas estrellas del cielo se reflejaban en un hermoso y extenso lago, haciéndole parecer como un espacio que no tenía fín. Y qué decir de la luna, aquella media luna se veía tan brillante, como si tratara de iluminarlo y acompañarlo.

 ¿Esta es la repuesta que me querías dar?

 Observó todo su entorno una vez más y sacó de su bolsillo el pequeño escrito que había realizado en su baño.

 "Hola Youngkyun

 Espero que, donde sea que estés, te sientas feliz, aliviado de que al fin te hayas librado de todo el sufrimiento de los últimos meses.

 Trato de verle el lado positivo, pero no puedo. Sonaré egoísta, pero me hubiese gustado que estuvieras más tiempo conmigo, a pesar de que fuera conectado a una máquina, pero es que te extraño tanto.

  Aún recuerdo como nos conocimos, son recuerdos que no se podrán borrar nunca.  Creamos un escenario amoroso tan bello, es una lástima que las luces se hayan apagado, y el telón se haya cerrado tan pronto. Pasamos por tantas cosas, que me entristece que todo termine de esta manera.

 Ya hemos llegado a la última página, y créeme, no quiero ni puedo seguir sin ti.

 El tiempo pasa tan, pero tan lento, me siento como si estuviera muerto en vida, por lo que no me mortifica lo que voy a hacer ahora.

 No puedo evitarlo, no hay otra manera.

 No quiero seguir esperando sin descanso el día en que pueda verte de nuevo ¿Será esta la manera correcta? ¿Podré estár contigo después?

 No vemos pronto Youngkyun, te amo.

 -Taeyang''

 Taeyang dobló cuidadosamente su nota en forma de un avioncito de papel, acto seguido, lo lanzó lejos del rio, donde se perdió en la espesura de los árboles.

 Sin más que agregar, se alejó un poco de la baranda que lo separaba del rio, para después correr hacia ella, impulsarse y saltar con la imagen de Youngkyun en su cabeza, con la idea de que pronto se reuniría con él.

紙飛機   ✈  ᵗᵃᵉʰᵚᶥWhere stories live. Discover now