ESTÁTICA

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Estamos a 10 capítulos de terminar esta historia :)

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Draco se despertó con el sonido de alguien aclarándose la garganta. Se sentó de golpe, su cabeza le daba vueltas. ¿Por qué su cama era tan dura? Se sentía como si estuviera durmiendo en el puto suelo.

Harry, Ron, Lucius y Rose lo estaban mirando desde la puerta de la habitación de Hermione. Recordó la noche anterior con una claridad sorprendente.

—Oh —graznó—. Bien. Estaba preocupado por el terror nocturno... no quería que...

Ron parecía que estaba a punto de estallar. Lucius miró... divertido. Harry claramente no le creyó. Rose miraba a Ron. Curioso.

—No te enojes, comadreja —dijo Draco, su voz regresó—. Estoy en el suelo, ya sabes. No voy a humillar la dignidad de nadie.

Ron se fue pisoteando, y Rose lo siguió.

—Muy bien Malfoy, levántate. Tenemos que hablar —dijo Harry.

Draco gimió y se puso de pie, echó un rápido vistazo a Hermione antes de salir de la habitación. No había cambiado nada desde la noche anterior. Eso era probablemente algo bueno; significaba que no estaba empeorando, por lo menos.

Pasó junto a su padre, sin mirarlo a sus ojos satisfechos y siguió a Harry a la habitación de invitados.

—¿Qué pasa, Potter? —dijo Draco cruzando sus brazos sobre su pecho, molesto. Estaba un poco avergonzado de ser atrapado en la habitación de Hermione, y esta "conversación" no estaba ayudando a su estado de ánimo.

—¿Qué está pasando, Malfoy? —Harry respondió—¿Qué es lo que tienes por Hermione? ¿Es un acto? ¿Vas en serio? Porque me parece que realmente te gusta ella, y quisiera oírlo de tus labios.

Draco resopló. Sólo tenía el coraje de decirle a Hermione sobre sus sentimientos cuando ella estaba dormida. ¿Por qué creía Harry que le confesaría todo a él de todas las personas?

—No veo por qué te preocupa —dijo Draco—. Lo importante es que ya no la odio más. Quiero que esté segura y feliz, y todo lo que ella quiera ser, ¿de acuerdo? Ahora vete.

Harry lo miró fijamente.

—Realmente te gusta —se quedó boquiabierto—.Te gusta ella tal y como es.

—¡Por las pelotas de Merlín, Potter, no estoy teniendo esta discusión contigo! —Draco soltó, haciendo un movimiento hacia la puerta. Estaba empezando a odiar al cara rajada entrometido de nuevo. Ella sí le gustaba. ¿Cuál era el problema? ¿Por qué alguien tendría que saber sobre ello? ¿No deberían estar más preocupados por capturar al maníaco que la secuestró?

Harry cerró la puerta con un movimiento de su varita.

—No lo creo. Creo que vas a decirme cómo te sientes. No porque realmente quieras hacerlo, por supuesto, así podría entender... es probable que no quieras decirle a nadie en absoluto. Pero hay un psicópata por allí tratando de hacerle daño y tengo que saber si tus intensiones van en serio.

—No tengo ninguna intención —se burló—. Probablemente no me quiere de todos modos. No soy exactamente el novio ideal, ¿no? No como su maldito sanador o quien más con el que haya estado. Pero sí, ya que no me dejarás salir de aquí hasta que hable, si ella estuviera interesada, estaría jodido en serio. Ella no merece menos.