Márcame [DekuKatsu]

Márcame

Capitulo único
Márcame
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Katsuki nunca se consideró alguien necesitado de atención, el siempre se ha valido perfectamente bien por si mismo y no necesita de nada más, ni de un Alfa o cualquiera que quiera brindarle protección; de modo que, no, no le interesaba en lo mas mínimo ser mordido por su Alfa.

Le gustaba pensar estaban bien así —sin ninguna mordida—, con una relación de 8 largos y buenos años, con la suficiente confianza como para que actualmente vivan juntos.

Y, si aun cuando estaban compartiendo vivienda no se habían cansado del otro, a Bakugō le parecía iban de lo mejor.

Katsuki dudaba terminaran honestamente, ya que pese a las pequeñas pero fuertes discusiones que tenían se querían, tanto como para que el ojirrojo no hubiera pensado ni por un momento en hacer una escena de celos aun cuando Izuku regresaba tardísimo a casa dando la excusa de que el entrenamiento que duraba hasta las 6 habitualmente había llegado hasta las 10, porque sabia Deku le quería y nunca le engañaría.

De la misma forma que ni porque Izuku tuviera un desfile de todos los Omegas mas hermosos del mundo iba a despegar la mirada del ojirrojo que tenia por pareja, por el simple hecho de que le adoraba, con todo y sus gritos o golpes eventuales; y estaba mas que seguro de que Kacchan sentía lo mismo por su persona.

Ellos iban bien, Katsuki lo sabia y no podía pedir más; sin embargo, debía de admitirlo, era extraño hubiesen pasado 7 años de iniciada su vida sexual con el otro y en ningún momento Izuku hubiera dado indicios de ir a marcarlo.

Inicialmente a Bakugō le iba bien diciéndose a si mismo Izuku tenia un buen autocontrol y eso era todo, después de todo, Deku ya se lo había demostrado en sus celos mas horrendos, esos en los cuales iban a acampar con sus familias y, lejos de todo pronósticos, el celo de Katsuki iniciaba a mitad de la exploración en el bosque, e Izuku, a sabiendas no iba a conseguir calmar al rubio con solo besos, terminaba explorando cada parte del ojirrojo con dedos y lengua, todo eso sin embestirlo con su miembro en ningún momento y mucho menos mordiendo su cuello.

Empero, una cosa era autocontrol, y otra muy distinta era ser alguien que demuestra tanto afecto como Izuku, y en ningún momento haber mencionado algo sobre morderlo.

Y, Bakugō reitera, no le importa ser mordido o no, ¿De que sirve? No obstante, esta muy seguro a Deku si le importa, por mas que no lo digan, una marca consentida tras años de relación es el más vivido "Te amo" que un Omega puede dar, y sea el Alfa que sea, Izuku no puede ser distinto.

Por eso, es que Kacchan espera esa noche pacientemente en el sofá, con palomitas y el televisor presentándole el anime nuevo de esa temporada.

Se suponía lo vería con Deku, sin embargo, de nuevo el entreno parece haberse alargado.

Bakugō alza su mirada por un momento, entretenido con el techo y las palomitas descansando en el bol sobre su regazo.

No es que quiera ser mordido por Izuku, se recuerda, es solo que es extraño el pecoso no le haya ofrecido sellar su relación de ese modo; y tampoco es como que eso le moleste a Katsuki, no por Dios; solo esta extrañado.

Si, eso es.

Lleva su brazo derecho a su rostro, cubriendo sus ojos, el sillón huele a menta y a jengibre, el olor de Izuku y el suyo respectivamente; en algún punto se han mezclado por toda la casa, llegado el momento en el que su madre los molesta cada que va a visitarlos, diciéndoles deben de haber estrenado como se debe cada lugar.

Esas veces Izuku solo ríe nerviosamente mientras rehúye a la mirada de Mitsuki Bakugō, porque sabe no es así en la mayoría de los casos —aunque admite si que hay unos en los que el olor ha quedado impregnado tras las reconciliaciones mas salvajes que han tenido—; como por ejemplo en la cocina, donde si su olor se ha hecho uno en ese lugar es por las veces en las cuales Katsuki se ha puesto a cocinar e Izuku se ha dado el lujo de enterrar su cabeza en la nuca del rubio, repartiendo besos y risitas tras los "Lárgate" de Katsuki, con sus manos viajando por el cuerpo del ojirrojo, repartiendo caricias llenas de cariño y sin un ápice de morbo, caricias que tarde o temprano consiguen Kacchan ya resignado vuelva la mirada a Deku por sobre su hombro y reciba con gusto los cortos besos de Izuku entremezclados con "Te quiero".