(PAUSADA) ¡Quiero el divorcio! ¡Ahora! (ORIGINAL)

Décima Tercera Parte

—La perra mayor ha llegado ja, ja, ja, ja, ja. —Sonreía Gian más "calmado".

Todos en la sala comenzaron a sonreír al respecto.

"Luego hablamos babe", le dijo en un susurro Pat a su amigo mientras le guiñaba el ojo.

—No sabía que ellos se trataban así... —Decía Abü casi inaudible, por lo que Borka tuvo que fijarse muy bien en los movimientos de sus labios carnosos para entenderle.

Sin embargo Pat tuvo que continuar la conversación al estilo de siempre para calmar los ánimos de su amigo.

—Pensé que dirías que te estaban poniendo la antirrábica, ¿por qué no dijiste eso? ¡sería más creíble a decir que a tu esposo le sacaban el apéndice! Ja, ja, ja, ja, ja.

Todos rieron, incluso Gian pudo respirar más aliviado, era cierto que su vida era una real mierda, principalmente al enterarse de aquellos secretos que sus padres estuvieron escondiendo por tanto tiempo.

Pero Gian podía de vez en cuando permitirse ser impulsivo, y pronto buscaría a Robbert para solventar ese altercado, él necesitaba escuchar de su ex prometido aquellas mismas palabras, para entender entonces todo nuevamente.

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Mientras que todos estaban comiendo algún snack, Gian y Pat estaban en la cocina buscando algunas copas para comenzar a beber, sin embargo Gian tomó un vaso de whisky y se lo llevó a su esposo al que conoce muy bien.

—¡¡Algo te sucede nene!!, pero eso lo hablaremos luego, hay tantas cosas que quisiera poder decirte y no podré, al menos no todavía —Dijo Pat mientras con su mano apretaba el hombro de su amigo—, Pero en lo que pueda hablar, serás el primero en saberlo. Lo prometo.

—Me conoces muy bien ¿verdad?. —Sonreía Gian mientras que apretaba la mano que su amiga le colocó en su hombro.

Luego de ese corto intercambio de palabras, y gestos que eran muchos en comparación a lo que conversaron, Pat y Gian regresaron a la sala a compartir con los chicos.

Ikan estaba recogiendo los platos vacíos y el exceso de basura que quedaba para hacer más espacio disponible en la mesa.

—Ikan, sos mi cuñado ahora —Pat fue interrumpida por Gian quien dijo. "¿Ahora es que te das cuenta?" para luego agregar "Vas a tener que dejar de oxigenarte el cabello o te quedarás sin cerebro".

Todos comenzaron a reír de nuevo por el montón de ataques por parte de Gian.

«¡Que hermosa sonrisa!»

Pensó Borka mientras miraba anonadado la sonrisa de su chico.

Pero luego la voz resonante de Pat lo devolvió a la tierra.

—Como seguía diciendo, Ikan, ahora eres mi cuñado, y debo advertirte que si lastimas a mi pequeña perrita, te vas a ver con una madre muy perversa capaz de arrancarte las bolas y dártelas a comer crudas.

Ikan se imaginó aquella escena y no pudo evitar llevar ambas manos hacia su zona privada, Gian no pudo evitar tomar un montón de papas y lanzarlas a la cara de su amiga que ahora yacía en el sofá contrario en una pose dramática.

Abü se mantuvo callado en la mayoría del tiempo, hizo uno que otro comentario efusivo respecto a lo que le parecía la reunión, o sobre el comportamiento de todos ellos que ahora estaban sueltos y se comportan como niños infantiles.

Y en ese momento Abü se sintió solo, hacía tiempo que no podía reír con esa libertad, su único amigo debía guardar distancia para evitar futuros altercados.