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Todo colegio tiene a su chico perfecto y no podría faltar en Woodrow School. Georgio Wallace es este chico perfecto. Es lindo, bueno, gentil y como es de suponerse, el popular... Pero no hablaré de el, sino del idiota de su amigo, Bob Charles O'Connor o más bien dicho Bobbie el bobo.

No tengo nada en contra de las personas poco inteligentes e inmaduras, pero vamos ¡Bobbie es un burro!

Me giré a observar como se saca sus mocos, desde aquí se ve que son verdes. Es repugnante. Aún no entiendo como es que todas babean por el y mojan sus bragas al verlo... Oh lo siento, no son solo mujeres, tambien hombres.

Todos los días es lo mismo, por eso decidí buscar entre mis cosas un pedazo de papel y hacerlo una bolita. Una vez lista la bolita la tomé con mi mano izquiera, la que tiene más fuerza, y la lancé hasta Bobbie golpeándolo justo entre sus ojos. Al instante se volvió completamente rojo por la furia.

—¡Lo mataré!—gritó tomando el papel—¡Juro que mataré al idiota que me arrojó el papel!

—Ya calmate Charles—la profesora lo tomo de la mano e intentó calmarlo—Respira hondo cariño, haz que toda la furia acumulada salga..—si fuera una persona que no lo conoce creería que es algo extraño que una profesora le haga eso a un alumno pero resulta que la profesora Amelia es la madre del idiota de Bobbie... o Charles, como todos le dicen.

—¡Ya suéltame!—Charles le sacó la mano a su madre y todos comenzaron a decir Ohh—No me toques.

—Lo siento Charl..—la profesora se vió interrumpida por la campana. Genial es hora de salir.

Tomé mis cosas y corrí en busca de Celia.

—Vaya veo que recordaste que tienes una hermana—habló caminando a mi lado.

—¿Cuantas veces quieres que diga lo siento? ¡Ya me orinaba y necesitaba llegar a casa!—hace dos días olvidé por completo que tenía una hermana y por accidente la olvidé en el colegio.

—Aquí hay baños, puedes ir—se cruzó de brazos.

—Ya Celia, fue solo una vez y prometo no olvidarte de nuevo—respondí buscando las llaves del viejo automovil de papá en mi bolso.

—¡Caminé 2 kilometros Alexandra!—gritó provocando que un chico rubio de anteojos gire a vernos.

—Es una buena forma de hacer ejercicio—sonreí—Oye Celia, ¿tú no tienes las llaves?

—No lo se, deberías saberlo—genial está enojada.

—Es en serio ¿O quieres ir a casa caminando?

—Disculpen pero creo que Charles O'Connor las tiene...—el mismo chico rubio señaló a Bobbie.

—Maldito Bobbie...—comencé a caminar más rápido de lo normal hasta encontrar al idiota—¡O'Connor! Más te vale que me des mis llaves en este momento.

—¿O qué?—levantó un ceja—¿Acaso crees que soy tan idiota como para no darme cuenta que tú arrojaste ese papel? Podría haber entrado en alguno de mis ojos y si eso ocurre no te irá nada bien pequeña Alexandra.

—Dame las llaves Bobbie...

—¡No me gusta que me llamen así!—golpeó con su puño la pared—¡Demonios! Lo odio.

—Oh que pena Bobbie..—fingí sentir lastima por el. Bueno en realidad tal vez si sienta algo, es tan idiota—Ya dámelas.

—Toma—me las entregó—no me llames Bobbie de nuevo ¿entendido Alex?

—Si si, como digas—tome mis llaves y caminé en direccion a Celia, no sin antes despedirme—Adiós Bobbie.

Un cerebro para Bobbie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora