ayer le preguntaste a mi alma
si te quería
y te dijo:
mirá vos
que me erizaste el corazón
y sacaste mi poesía,
desde ahí,
mi alma es tuya
y la tuya es mía.tu alma tiró una risa
y puso a la mía
fuera de órbita.tu risa me empujó a neptuno
y estando ahí,
sintiendo el frío de neptuno
recordé el dulce frío de tus labios.
entonces lloré,
para congelarme con tus labios
y con neptuno.júpiter y su envidia.
¿por qué te enojás coqueto huracán?
tal vez porque ni tu gravedad,
ni tus bonitos huracanes,
ni tus pinceladas de tormenta
ó tu bonita seducción
tuvieron la fuerza suficiente
para tragar ese océano de recuerdos
y ese río de casualidades.el universo es infinito;
hay espacio para consumirnos,
supernovas para darte
como regalo de una cita,
galaxias para hacerte mi arte,
para nuestras almas
y para mi mala poesía.
pero aún si es infinito
no me alcanzará para olvidar
el arte de esa risa efímera
y el frío de esos labios.qué no daría para volver a oír
el susurro de tu alma,
no importa si neptuno me congela,
no importa si júpiter me atrapa,
no importa si el fue[ego]
la pasión
ó esa bella seducción
de saturno me destruye,
porque yo quiero volver a sentirte,
quiero volver a escuchar esa risa.
¡esa maldita risa!todo eso fue ayer,
tu alma no se reirá otra vez.
aún así te puedo sentir
debido al arte de sentir tu alma
y eso me aleja
de esa típica órbita.
YOU ARE READING
poemas que respiran
Poetryla luna me mira, las estrellas me abrazan, mis venas lloran, oh madrugada efímera... vos que sos tan fría ¿hasta cuando seré rehén de tus recuerdos?