Abro mi boca para hacerle otra pregunta pero escucho pasos afuera de la habitación y abro mis ojos con sorpresa.

—¡Jane! ¡Te estamos esperando en el auto!—escucho a mi padre llamarme desde el pasillo, entrará en la habitación en cualquier momento.

Apunto hacia el armario y Harry se dirige allí en silencio, cerrando la puerta detrás de él.

La puerta de mi habitación se abre y mi padre entra por ella.

—Jane.

—Sí, padre—digo, rápidamente volteando hacia el espejo, pretendiendo haber estado arreglando mi cabello. Mi voz suena ruidosa y nerviosa, por lo que maldecí internamente.

Levanta una ceja mirándome.

—¿Te encuentras bien?

—¿Qué?—lo miro, forzando una sonrisa—. Estoy bien—sí, sólo tengo un atractivo chico fantasma escondido en mi armario. Nada fuera de lo normal.

Mi padre me mira por otro momento antes de agitar levemente su cabeza y caminar fuera de la habitación.

La puerta del armario se abre y Harry me mira sonriendo.

—¿Vas a algún lado?—me pregunta.

—Al mercado de granja—digo, rodando mis ojos.

—Se escucha divertido.

Lo miro.

Me sonríe.

Agarro mi bolso y suspiro.

—¿Vendrás a verme después?—me pregunta.

—Supongo—digo—. ¿En el claro?

Asiente.

Le sonrío ligeramente.

—Tu cabello luce genial así—me dice de repente.

Me sonrojo, girándome para observar mi coleta en el espejo.

—Gracias.

—Aunque, me gusta más suelto de todos modos—se acerca a mí y quita la liga de mi cabello, mis oscuros mechones caen alrededor de mis hombros. Se coloca detrás de mí, una gran sonrisa adorna sus pálidos labios.

Lo miro curiosa mientras me devuelve la liga para cabello.

Sonríe.

Escucho a mi padre sonar el claxon del auto sobre la carretera, captando mi atención.

—Mejor me voy antes de que uno o ambos de mis padres causen un baño de sangre—digo colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja.

—Claro—dice Harry. Se dirige hacia mi cama, levanta el edredón y suaviza mis sábanas antes de tomar asiento encima del colchón. Me atrapa mirándolo y sonríe—. ¿No te importa si me quedo un rato aquí, o sí?

Estoy a punto de decirle que se fuera y que no me siento cómoda con él aquí sin mí, pero me callo. Él dijo que extrañaba esta habitación, y si dejarlo estar aquí mientras yo voy al mercado con mis padres lo hace sentir menos muerto entonces que así sea.

—No—digo—. Quédate el tiempo que quieras.

Genial.

Se recarga sobre las almohadas, con sus brazos apoyados detrás de su cabeza y sonriéndome ampliamente, sus hoyuelos se hacen prominentes en su pálida piel.

Le sonrió de vuelta.

Acomodo mi bolso encima de mi hombro y dejo la habitación, despidiéndome de Harry quien agita su mano en despedida.

Phantom [h.s] •Completa•Where stories live. Discover now