Espejo

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Solo cuatro objetos se hallaban en la casi vacía habitación de la joven cazavampiros. Podíamos encontrar en primer lugar se encontraba el objeto que más valor tenía para ella, Mr.Gordo el cerdito gordito de color rosa que estaba encima de la cama, puesto con amor, con tanto que podría ser perfectamente un niño pequeño en una cama grande. La cama que estaba hecha a la francesa. Un armario vacío en el que hay que poner mucha pero que mucha ropa y un espejo.

La muchacha entró en su habitación, y se miró en el espejo. En él se vio a una hermosa muchacha, no una cualquiera una que había sido elegida por el destino injustamente. Una muchacha que con tan solo 16 años conocía el mundo real, tan solo como es; criaturas de la noche, demonios. ¿Pero alguien se habría preguntado si ella hubiera querido esto?. No, no y no, ella nunca hubiera querido esto. Es estar sola en un mundo donde no puedes proteger a nadie sin poder revelar tu identidad, una Cazavampiros. Nadie tiene idea de lo duro que es alejarse de  tus amigos y familia para adentrarse al mundo de la noche. Y que te encuentren muerta en una helada calle, sin que nadie sepa que eres un héroe o una heroína.

Los largos rubios cabellos de la joven la llegaban hasta los hombros. Sus hermosos ojos verdes claros en el que te podías hundir si los mirabas y pensar que estabas en Un bello jardín en Inglaterra con flores de todos los colores. Era una chica de un tamaño normal tirando un poco para pequeño. Estaba en forma.

Al mirarse en el espejo recordó algunos momentos en L.A con Pike con sus amigas (que al final fueron unas guarras). Su popularidad, su casa, su familia cuando estaban unidos y felices. Sus victorias como reina de fin de curso o de bailes de primavera/otoño/invierno... Gracias a su deber como cazavampiros le había hecho madurar.

Ya era tarde. Se tumbó en su nueva cama e intento conciliar el sueño.  

Buffy CazavampirosWhere stories live. Discover now