Cuando Nos Descubra La Casualidad

Déjame Descansar

-Pueden ir a mi casa si lo desean - Tom me miró sin entender, sabía sobre sus ideas de mudarnos de casa pronto pero aún no lo habíamos hecho así que seguíamos sin ideas - Está cerca del centro a unos minutos de la casa de Tom, las dos recamaras son grandes, tiene una cocina grande y baños propios, si ustedes quieren ir, las puertas están abiertas - Tom iba a decir que no cuando su madre se adelanto y dijo -

-Cariño, nos iremos a casa de Madelein, está cerca, y estaremos más cómodas además, podrán tener su espacio y no pensar tanto en si dormimos o no - Tom no quería dejarlas ir pero sabía que era mejor y que no iba a convencerlas, suspiró con pesar y terminó aceptando -

-Esta bien, pero iré por ustedes mañana temprano para ir a desayunar y si necesitan algo yo iré a verlas solo tienen que llamarme o mandarme un mensaje y yo iré corriendo tampoco quiero que se preocupen - Tom manejó hasta mi antigua casa, la cual era bastante espaciosa, yo siempre llevo mis llaves así que no era problema, Tom se estacionó en frente, todos bajamos del auto para sacar las maletas, busqué en mi bolso la llave para entrar -

-¿Mi amor te ayudo? - su madre cargaba dos maletas al igual que sus hermanas además de un bolso de mano y lo que habían dado en la fiesta -

-Claro que no cielo, solo abre la puerta - caminé hasta el pórtico, subí escaleras y abrí, estaba limpio hacía no mucho había ido por más cosas, pusieron las maletas cerca de la sala -

-Todo en la cocina funciona bien, de hecho todo en la casa, en la segunda planta está mi habitación, aun tengo un par de cosas ahí, no mucho pero algo, mi habitación es la más grande, y tiene su propio baño, la habitación de al lado también tiene el suyo, el ático está muy lleno de cosas no creo que quepa algo ahí así que pueden dejarlo en la sala - Emma y Sarah fueron a ver la habitación y la madre de Tom la cocina, yo ya estaba cansada así que fui a sentarme al sofá - Apenas son las diez, y yo hubiese podido ir a dormir desde las cinco de la tarde -

-Es normal cielo - Tom se sentó a mi lado - Estar aquí me recuerda a esos días cuando venía a verte, y pasábamos la tarde viendo la televisión, no hubiesemos pensado en hijos en aquel entonces - suspiré con pesar y llevé mi mano a mi vientre - Y ahora debemos pensar en cuidar a las niñas - puso su mano en mi vientre, y sonrió - Te prometí no dejarte sola y que si debía vomitar contigo lo iba a hacer, así que desparramarnos en el sofá será lo siguiente - se acomodó en el sofá y se sentó justo como yo lo estaba, incluso botó la panza - Estoy cansado - dijo limpiandose la frente -

-Podrías hacer lo que los caballitos de mar, mitad y mitad de tiempo de embarazo, ya sabes yo los primeros cuatro y luego tu los extra - entrelazó nuestras manos - Va a ser difícil con dos niñas Tom, debe de quedarse tu madre aquí, confío en ella, ella tuvo dos hijas, así podría enseñarnos un par de trucos, pídele que regrese - hice mis ojos de gatito y el solo atinó a reír -

-Lo hará igual mis hermanas, el mes que las niñas nazcan, quizá vengan para fin de año pero a mi madre le gusta pasarlo en Londres, y ya no podrás subir a un avión, o a un auto sin parar cada cinco minutos, ella vendrá también, pedí clemencia - su madre volvió con nosotros y sus hermanas bajaron ya cambiadas -

-Estar solo en una casa como esta debe ser difícil, Tom no podía pasar un fin de semana solo por que salía corriendo, aveces era algo miedoso así que no hubieron muchas ocasiones en que se quedará en casa solo, una vez sobornó a Emma para quedarse con el por que tenía miedo - Tom se tapó la cara con ambas manos, se puso rojo de la pena -

-Es cierto, supongo que por eso volvía con su madre siempre, no se como sobrevivió aquí tanto tiempo solo, no me sorprendería si se hubiera lanzado por la ventana por que escuchó ruidos en la sala - me burlé de el al igual que su hermanas, hasta que poco a poco se relajó -