Capítulo 5

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Había sido tan sumamente dulce ese beso, no había sido el primero, pero si el primero sentido por ambas partes, sin juegos, sin bromas, así simplemente, con muchísimo sentimiento y ganas por parte de ambos. Amaia sonreía bobamente mientras pasaba a la siguiente página.

Flashback...

Esa semana estaba muy ilusionada por cantar con Roi, le apetecía darle ese toque nuevo a la canción y mostrar una cara nueva como cantante. Seguir demostrando que merecía estar en esa academia y agradecer, ya que no lo hacía por redes sociales, el apoyo de las veces que salia favorita.

Estaba sentada en el sofá del salón con Alfred, él tocaba la guitarra mientras cantaba y Amaia de vez en cuando lo acompañaba. Habían estado cambiando las cuerdas a la guitarra teniendo un momento muy dulce juntos cuando Amaia vio un "Me gustas" dentro del paquetito de las cuerdas. Cantaron una canción que a los dos les recordaba a lo mismo, casa, pueblo, familia y no pudo evitar emocionarse al acordarse que esa se semana era el cumpleaños de su hermano y ese año no lo celebraría con su familia como cada años.

Otro día, esa semana ambos estaban sentados de nuevo en ese largo sofá, Alfred había escrito una canción y ahora que estaban solos quería enseñársela a Amaia. Los primeros acordes le gustaron mucho, lo que no esperaba era esa letra en inglés, miró la letra en la libreta mientras mariposas empezaban a moverse en su estómago.

-Tú me has inspirado a hacer esto. 

Mierda, porqué tenía que ser tan mono, si no hubiera sido por las malditas cámaras se hubiera tirado a su cuello. Disimuló mirando la libreta e intentando no responder impulsivamente, le costó horrores.

-Pues yo me alegro, oye.

Una simple mirada rápida y Alfred comprendió que eso no era lo que le iba a decir y le siguió el rollo. Se miraron a los ojos mientras se estrechaban las manos, quitando importancia al tema.

-Pues nada, encantado. Trato.

Amaia no sabía donde meterse, bueno si, en la habitación con él y comérselo a besos. Un beso decía en la canción, ella le daría unos cuantos cuando estuvieran solos. Nerviosa quiso volver a apoyar la cabeza y disimular, no era muy correcto cogerlo de la camisa y tirar de él, sus compañeros, las cámaras...pero en su intentó por disimular se llevó un chichón de recuerdo. Mirando el lado bueno el golpe hizo que la tensión se cortara y provocó que ambos rieran.

A la mañana siguiente tuvieron una grata sorpresa. Todos los concursantes pudieron hablar con sus familias antes de la clase de yoga. Y Amaia salió de esa habitación emocionada y con muchas cosas que pensar sobre el comentario de su madre sobre lo que opinaba Ángela de Alfred.

Tenía ganas de pensar unos minutos después de la clase de yoga y se fue para la habitación. Dentro se encontró con Nerea, Agoney y Marina. Los dos primeros compartían confidencias en la cama de Nerea, hablando sobre las conversaciones con sus respectivos familiares mientras Marina repasaba su canción de nominada.

Amaia saludó a todos con una sonrisa y fue a sentarse a su cama. Primero el cumpleaños de su hermano, ahora la llamada de sus padres, no podía evitar echar de menos a su familia, ellos eran una piña y le costaba estar separada de ellos. Y luego estaba Alfred, el comentario de su hermana, las mariposas que le provocaba y esa sensación de querer besarle a todas horas como la noche anterior en su cama. El poder de la mente, dicen algunos y eso debió de pasar porque en ese momento el causante de sus cortas horas de sueño entró por la puerta de la habitación y al verla fue derecho a su cama.

-Hola titi.-Sonrió sentándose a su lado sin pedir permiso.

Después de las últimas noches durmiendo juntos, una parte pequeña de esa cama también le pertenecía a él. ¿O le pertenecían más cosas y no solo la cama? Amaia no quería pensarlo, solo dejo su cabeza en el su lugar favorito, su cuello.

Momentos contigoWhere stories live. Discover now