Esto es un chiste ||Soukoku||

2|| Ligera sonrisa

Chuuya manejaba en su motocicleta mientras Dazai vigilaba los alrededores y llevaba aquel paquete, no era como si fuese un gran trabajo pero si el paquete era importante y sí que lo era su deber era llevarlo a salvo y no en una simple maleta como hubiesen acostumbrado ambos

- Dazai ¿a quién debemos entregar el paquete? – pregunto el conductor de la motocicleta

- Un tal... Fukuzawa – dijo leyendo la tarjeta en el regalo

- Odio estos trabajos – se quejó Chuuya

- Y yo odio tener que ir sujeto a tus hombros

- No tendrías que si pudiera usar mi habilidad

- Oh discúlpeme señor gravedad

- Cállate bastardo

- Cállate tu petit mafia

- Cállate, estoy conduciendo

- Me callaré solo porque no deseo tener un bello suicidio contigo

- No me suicidaría contigo ni en un millón de años estúpido

- Conduce Chuuya

- Ni siquiera sé cuánto falta para llegar al distrito Asahi-ku

- Ya vamos a llegar –dijo el castaño

- Solo dejemos el paquete – enfureció Chuuya

Ambos chicos llegaron a su destino, tarde en la noche, Chuuya aparco su motocicleta bajándose ambos de ella, caminaron conforme a la dirección que se les había indicado, rápidamente hallaron una casa y Dazai sin temor toco la puerta principal

- ¿sí? – dijo un señor al abrir aquella puerta

- Buenas noches – sonrió Dazai – buscamos al señor Fukuzawa

- Sí, soy yo – respondió el hombre

- Nuestro jefe le envía un presente – dijo Dazai estirando el paquete azul

- ¿Quién dijiste que lo mando? – volvió a preguntar Fukuzawa

- Mi jefe, Mori Ougai – respondió Dazai

- Ya veo – suspiro Fukuzawa – pasen

- Pero nosotros

- Pasen, por favor - repitió Fukuzawa haciendo a ambos chicos entrar

Al adentrarse a la casa descubrieron que no eran los únicos en ella, realmente había una pequeña fiesta en aquel lugar

- Buenas noches – saludo Chuuya

- Buenas noches – respondieron todos los jóvenes

- Si que los dejaste entrar – dijo un hombre de boina

- Era necesario Ranpo – respondió Fukuzawa – por favor tomen asiento – dijo Fukuzawa mirando a los mafiosos

Los chicos simplemente se sentaron, Fukuzawa abriría el regalo frente a todos, al abrirlo, solo contenía una muñeca de papel y una carta, Dazai y Chuuya se voltearon a ver pensando el por qué su jefe los enviaría por algo como eso

- Díganle a Mori que gracias – dijo Fukuzawa con una pequeña pero linda sonrisa

- Claro – respondió Dazai levantándose – si nos permiten

- Adelante – dijo Fukuzawa, al instante Chuuya se levantó pero Ranpo los miro a ambos

- No vayan a toman la salida 4, tomen la 7

- Ah, gracias – dijo Chuuya mientras salía después de Dazai

- Ranpo-san ¿seguro de hablar con ellos? - pregunto Yosano

- Yosano-sensei, aunque tomen la 4 el destino es duro, sus vidas cambiaran, si toman la 7 no será tan drástico el cambio

- Esos chicos serán algo importante en el futuro – suspiro Fukuzawa – estemos preparados

- ¡Sí! – dijeron los chicos presentes

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