Capítulo 3

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Mire a Riley fijamente, sin saber que decirle. Mi mente me gritaba ¡No no no! Debes esperar, pero mi corazón me decía que fuera con el. Así que haciendo caso omiso a mi cabeza dije

– Okey, pero yo escojo el sitio

– Trato. Andando

Hicimos todo el recorrido hasta su auto en silencio. Ya dentro de el, le dije que quería algo sencillo, y sabiendo el amor que tiene por las hamburguesas y aprovechando que mañana no trabajábamos, podríamos tomarnos unas copas, le dije el nombre del restaurante al que quería ir. En el trayecto hablamos un poco sobre la película, me hizo reír bastante y disfrute de ese pequeño momento que compartimos en ese auto. Al llegar al restaurante, tomamos una mesa alejada del resto, hicimos nuestro pedido, y esperamos a que nos lo trajeran. En eso, el me pregunto sobre mi fanatismo hacia el, yo siendo completamente honesta le dije todo.

– Bueno, ¿que te puedo decir? Si tuve una época en mi vida en la que se podría decir que estuve un poco obsesionada contigo y con esas películas. Fueron un refugio para mi, yo estaba en esa época de mi vida en la que era una adolescente reprimida, sobre protegida y menospreciada por todos. Era mi época oscura, como suelo llamarla – dije con una sonrisa amarga – yo no me sentía bien conmigo misma, no me sentía bonita, no me sentía amada, y sentía que no valía nada. Nunca nadie, en esa época me dijo un "te ves bonita", siempre fui la fea del salón, así que me escondí, en los libros, en la musica, en las películas. Esa yo de ese momento, no era ni la mitad de lo que soy ahora, ni física ni emocionalmente. Y para llegar a ser lo que soy ahora, tu ayudaste mucho, me ayudaste a valorarme y a amarme, incluso aunque no estabas conmigo. Yo te veía y mis ojos brillaban, te veía en entrevistas y sonreí, te veía con todas tus ex novias y me molestaba, mucho. Ya luego crecí, y deje atrás esas ideas de adolescente deprimida, y avance. Poco a poco la obsesión por todas esas cosas se fue acabando, pero quedó en mi, ese amor y esa admiración por ti – finalice encogiéndome de hombros.

– Wow, no sabia que podía tener ese efecto en nadie nunca – dijo con una sonrisa tímida.

– Ufffs, creo que me puse muy profunda desde temprano

En ese momento llego la comida, y el me dijo que era su comida favorita, y yo le respondí que ya lo sabia, y nos enfrascamos en una charla de comida bastante divertida. Ya acabada la cena, nos levantamos, el me llevo a casa y se fue.

Toda la semana transcurrió de esa forma, con coqueteos leves pero directos de ambas partes, hubo un poco mas de contacto físico, como besos en la mejilla al llegar, al despedirse. Hubo mensajes de texto, y hubieron además algunas cenas en el transcurso de esa semana.

El viernes, me invitó de nuevo a cenar, fuimos a un restaurante italiano, cenamos delicioso, con un par de copas de vino. En algún momento de la noche y ya con algunos tragos de mas, el se quedo callado y mirándome fijamente, yo le pregunte

– ¿Qué sucede? ¿Todo bien?

– Es que realmente me atraes, mucho. Y estos días solo han hecho que me gustes mas y mas.

Lo mire seriamente, sacando un poco de valentía y recordando muchas de las cosas que las chicas me habian dicho, le dije

– Riley, voy a ser muy directa contigo, y espero que tu también lo seas conmigo. No soy una mujer que le gusten los juegos, ni las mentiras. Soy alguien que va directo al punto. Esto me lleva a lo siguiente. Aun no logro descifrar que tipo de relación es la que quieres conmigo, así que te pido que me seas honesto y me digas, que quieres. No quiero que me prometas amor, o que vas a conquistarme y enamorarme, si lo único que quieres es sexo. Dime, ¿que quieres?

El se quedo callado un rato, mirándome fijamente, pensando que es lo que me iba a responder. Finalmente me dijo

– Quiero estar contigo, si, quiero tener sexo contigo, llevo pensándolo desde el primer momento que te vi. Quiero hacértelo de todas las maneras habidas y por haber, pero también quiero conocerte mas, quiero estar contigo de todas las maneras que tu me puedas dar.

Sonrei por sus palabras, porque fue sincero y honesto, como le pedí. Me gusto su respuesta, especialmente la parte en la que habla de nosotros sin ropa, así que asenti y le dije

– Entonces, hagamóslo. Disfrutemos de esto que estamos viviendo, no le pongamos nombre, y veamos a donde nos lleva.

El sonrió, y extendiendo su mano sobre la mesa, me la ofrecio como cerrando un trato.
– Trato hecho


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¡Holaaaa!

Asi que quien ve a Ivy tan puestecita y accedió a tener ¡solo sexo! 

No desesperen, ya va a empezar a correr con más fluidez la historia. 

Le quiero dedicar este capítulo a todas las bellas niñas de La Azucarera ♥que me han apoyado en estos caps. Muchas gracias por todo su apoyo y consejos, Isabel ha sido una buena informante. ¡Mil gracias! Espero que estén disfrutándola.

A todas las demás, también muchas muchas gracias por su apoyo♥

No olviden comentar y votar 

Con amor, Blue Ivy♥ 

Heart by HeartWhere stories live. Discover now