Buscandote

El destino

Parecía contradictorio, realmente no lo era, pero sencillamente inició el camino a su futuro contando con que el destino le guiaría por cualquier rumbo sin problema alguno. Alguien le dijo que el destino era  dejarlo todo a la suerte y que la suerte era para los fracasados, nunca lo vio de esa manera y se planteo vivir al ritmo de la vida y no oír palabras que pusieran en dudas su decisión.

A medida que el tiempo pasaba su amor propio era aun mas fuerte y le dejaba nuevas y buenas enseñanzas y el destino conspiraba para poner en su rostro una sonrisa, no era que andaba por allí fingiendo, realmente estaba alegre, su alegría era contagiosa, y la gente murmuraba "como es posible que siempre va sonriendo", "no puede ser una persona feliz todo el tiempo", "debe estar loco", pero como bien lo mencionó antes no se permitía oír palabras que lo perturbaran y mucho menos que ralentizaran su proceso.

Los cuestionamientos permanentemente los conseguirás en cualquier lugar, hay personas que le decían ¿como es posible? ¿te mereces algo mejor? ¿ella no es para ti? ¿Que si el tatuaje, que si su pasado? y el fuerte y fiel a sus convicciones siguió adelante, porque no se trataba de una elección de terceros, era el lugar donde se sintió bien y el momento preciso para avanzar, lo que viniera mas adelante era desconocido y en su positivismo siempre avanzó pensando que lo mejor es lo que ocurre.

Detalles, regalos, momentos, todo iba transcurriendo y el se sentía bien con ella y consigo mismo, ¿como iba a dudar de lo que estaba viviendo? si el destino los unía, este diría cuanto duraría y si terminaría o no, como sería.

Transitó por la experiencia y la vivió como deben vivirse las cosas, con amor, pasión y pensando siempre que la vida brinda las oportunidades y las personas deciden si tomarlas o no, quien las toma disfruta y quien no, queda con la duda sobre ¿que hubiese pasado si?. El conoció la felicidad y la compartió con alguien que por mucho tiempo sufrió de las diversas trastadas que da la vida, de los golpes que a veces nos damos contra piedras encontradas en el camino.

Si fue un premio del destino o no, es cuestión de evaluarlo y valorarlo, realmente todo lo que ocurre en el transitar de su vida el lo valora como una ganancia, pues lo que no te beneficia de alguna forma lo hace de otra, cuestión de la experiencia ganada y vivida. Una tarde cercana a  la noche bajo un árbol inmenso y mientras se empezaba a asomar la luna, él alzó una copa de vino y brindó por las casualidades y las triquiñuelas que nos hace el destino y siguió forjando su camino.