Capítulo 1.

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                                 10 de septiembre

Querido diario:

Ya han pasado 2 días, en los que no he vuelto a esa casa. Se preguntarán por qué. Pues es simple. En mi casa hay fantasmas. No los he visto,  y no los quiero ver, pero lo sé, los presiento.

Anteayer, bajé al sótano, solo para buscar una caja, que al parecer, al propietario anterior se le quedó. Primero, me pareció extraño el comportamiento del señor, por qué no es normal ver la casa y tiritar. Le ofrecí pasar varias veces, pero el solo seguía repitiendo "No, hagame el favor de ir usted, por qué es de mala educación entrar a otras casas". Al final terminé siendo yo la que fue a buscar la caja. Después de unas horas escuché un ruido desde abajo,  así que bajé a ver que pasaba. La puerta del sótano estaba abierta, y no hacía viento ese día. Al final del día, ya casi de noche, bajé al sótano a buscar una linterna, ya que necesitaba salir a arreglar el auto de papá. Pero cuando bajé, la puerta se cerró, dejándome encerrada por 20 minutos, en los que mi mamá se encargó de abrir la puerta. Cuando ya todos estaban durmiendo, bajé al sótano. Y ahí fue cuando no quise volver ahí. Había una sombra, en la ventana. Y sentí una respiración cerca de mi. Pensé que era mi madre,  o mi padre,  incluso Amy, que para ser pequeña sabe hacer travesuras. Pero era imposible, por qué todos ellos estaban durmiendo esa noche, así que la única explicación es qué en la casa hay fantasmas, y el propietario anterior no se molestó en decirnos.

Emma dejó de escribir, y bajó las escaleras de la casa de su abuela. Su mamá preparaba café, Amy jugaba con sus muñecas y su papá leía el diario. Emma se sentó junto a Amy y comenzó a jugar con ella. Pero Amy de pronto paró, y miró a Emma.

-Emma, ¿Tu conoces a Sehun? -Le preguntó.

-¿Sehun?, no, ¿Quién es el?.

-El vive en nuestra casa, según él, al final del sótano.

-Amy, querida, ¡Que cosas dices!, tienes 8 años no deberías tener amigos imaginarios -Le dijo su madre.

-Ya lo sé. Y no tengo amigos imaginarios. Es verdad -Dijo Amy, frunciendo el ceño.

Emma tragó saliva, al parecer, su hermana pequeña también había sentido a los fantasmas, pero a diferencia de ella, Amy se había comunicado con ellos, o mejor dicho, Sehun, "Sehun que vive al final del sótano".

Al final del sótanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora