2

4 1 9
                                    


—¿Por que no estas lista?—Su mirada divago por todo mi cuarto acabando en mi. —Ya, ponte lo que sea, aunque si no quieres ponerte nada por mi estara bien, de hecho no me quejaré.

Bufó, me meto al baño y me pongo la primer cosa que veo, un vestido volado color rosa con una chaqueta blanca de encaje, me paso el rímel, rubor y labial rosado fresa.

Salgo del baño y me miro en el espejo, me encanta el reflejo.

—Hermosa, ahora niña, será mejor que nós vallamos o sino la película va empezar sin nosotros.

Salí de mi cuarto con el atrás de mi, resulta y acontece, que era en el día, y sin querer me quede dormida, mi madre nós mira desde la cocina asomando su cabeza por el umbral.

No digo nada, solo me despido con un ademán, se preguntaran el porque no he abierto mi bella boca hasta ahora.

Pues verán... Resulta que el señor te besare frente a tu mamá se le ocurrió la grandiosa idea de hablar con mi madre, y no para hablar de cualquier cosa. ¡Estaba hablando de mi! Le dijo que me conocía desde el kínder y que fuimos novios, y claro, mi madre no tardó en hacerme toda clase de preguntas. Y por culpa de ese imbécil quede castigada por no contarle a mi madre sobre mi cita.

—Oh vamos, ¿sigues enojada preciosa?—Bufo nuevamente cruzándome de brazos, sin siquiera mirarle. —Ya hasta pareces vaca, solo bufas. —Se burlo de mi. ¡Me dijo vaca!

—A como eres seguro que no sabes ligar, y menos diciéndole vaca a las chicas, a ese paso morirás solo.

Me subí en la moto de él, sujetándome de su chaqueta.

—Antes eso me preocupaba, pero ahora que ya te encontré se que estarás junto a mi. —Mi boca quedo como una O.

—¿Disculpa, que te hace pensar que estaré contigo?—.

—Sabes, el que fume y tengo unos cuantos tatuajes no quiere decir que no sienta, y por eso, haré que te enamores de mi. Ya veras.

O. M. G.

Watarafook. ¿Que se supone que signifique eso? Acaso también me va a violar. Aunque poco le falta para llegar a ese punto.

Llegamos al cine en menos de lo que canta un gallo. Frente a nosotros estaban los mismos chicos del parque.

Empezaron a hablar animadamente, hasta que uno de ellos se me acercó, pude sentir como los músculos de Axahel se tensaban

—¿Quieres, linda?—Me ofreció de su botella. Me negué pero de igual forma Axel respondió por mi.

—Ella no toma. —Dijo firme, incluso me causo escalofríos.

—Ah—Dijo decepcionado aquel chico. —¿Un cigarillo?—Volvió a invitarme.

—Tampoco fuma.—Dijo más fuerte Axel atrás de mi, con un poco de distancia.

El chico se dió por vencido, así que se acercó a mi y me envolvió en sus brazos, sinceramente me siento asqueada, ya me quiero ir, este chico me incómoda la poca paciencia que tengo.

—Tampoco la toques. —Mi cuerpo se apego al de Axel, la verdad no me sentí mal, podría quedarme así por mucho tiempo. —Ella esta conmigo. ¿Quedo claro?—Todos asintieron, él jaló de mi cuerpo hasta estar dentro de la sala de cine, donde ya empezaba la película.

—No estoy contigo, Axahel. Ni si quiera me acordaba de tí.

—Aun no. Pero pronto lo estarás, Alexa. —Realmente me sorprendí, él se acordó de mi segundo y apestoso nombre. —Puede que suene tonto, pero desde ese día en el kínder, me enamore de tí, y créeme ahora te tengo y no te dejare ir. Te guste o no.

Entre Carol Y Axel, Una Historia.Where stories live. Discover now