Rechazados

4. ¿La novia de mi hermano?

— ¿Qué se supone que haremos ahora? —le pregunte. Will solo me dijo que le íbamos a vaciar un tarro de pintura sobre Logan pero ¿Cómo haremos eso?

—Mira. El hilo transparente lo pondremos a alrededor del candado el casillero, cuando lo abra el tarro de pintura caerá sobre su cabeza.

Lo que me decía Will no me explicaba absolutamente nada. ¿Cómo se supone que se cae el tarro de pintura?

 — ¿Y qué pasa con el tarro de pintura? ¿Para qué trajiste esa botella? —le pregunte.

—Es que no sé cómo explicarlo. Créeme en mi cabeza se ve bien, funcionara —dijo mientras enrollaba el hilo transparente alrededor del candado circular.

Después de todo mi hermano tenía razón. Su idea funciono y les diré que le quedo bastante bien.

Finalmente puso unos pequeños aparatos circulares pegados en la pared y en el techo por los cuales pasaba el hilo transparente. A la botella gigante de plástico la pego al techo, le hizo un agujero en la parte de arriba y en la parte de abajo. La parte inferido tenía solo las orillas lo cual permitía que el tarro de pintura no se callera. A la botella le hizo un pequeño agujero por el cual pasaba el hilo el cual lo amarro al arco del tarro, así permitiendo que cuando Logan abriera el casillero tirara del hilo así haciendo que el tarro se diera vuelta.

—Si te soy sincera no pensé que lograrías hacer algo útil —le confesé.

—Uh pero que confianza, hermanita —le dijo con un tono irónico.

—Si, como digas.

—Es hora de irnos, llevamos una hora aquí —dijo mirando la hora en su celular.

—Bien. Guardamos esto y nos vamos —le dije mientras me agachaba y comenzaba a guardar las cosas —. Tu ve a dejar las sillas, te espero afuera. —le dije tomando la bolsa con lo que nos sobro de los materiales.

—Bueno —dijo tomando ambas sillas.

Una vez estuve afuera tuve que esperar alrededor de 6 minutos a Will, ya comenzaba a preocuparme y estaba pensando seriamente en ir a buscarlo, cuando veo una figura acercarse rápidamente, de pronto sale un Will con la respiración agitada.

— ¿Qué paso? —pregunte mirándolo con las cejas fruncida.

—Casi me descubrieron, cuando iba a salir de la sala apareció el director y comenzó a revisar las salar y luego a cerrarlas. Tuve que salir por la ventana —dijo mientras trataba de tranquilizar su respiración.

—Oh que mal. Ahora, nos vamos.

Caminamos hacia el paradero y nos quedamos ahí. Estábamos parados bajo a un árbol al cual se les caían las diminutas flores que tenía así que decidí ponerme la capucha de la sudadera para que no se me llenara el pelo con las pequeñas flores.

Estaba tan aburrida esperando que el transporte público pasara que comencé a mirar las calles completamente vacías. En la esquina apareció un grupo de chicos y chicas riendo, mientras hacían bromas entre ellos. A lo lejos pude ver esa cabellera y esos ojos color cielo que un día soñé ver desde muy cerca mientras nos besábamos. Ahora lo que espero es mantenerlo lo más lejos posible.

—Y el día no podría estar mejor —dije sarcástica en voz baja.

— ¿Por qué lo dices? —pregunto mi acompañante.

—Mira disimuladamente hacia la esquina y por favor que sea Disimuladamente —le dije mirándolo amenazante.

—Pf como si no supiera ser disimulado —dijo girando la cabeza levemente, cuando logro ver a lo que me refería —. Ven, acércate —me dijo mientras abría los brazos.