- ¡Lo sé!, pero... No podía presentarme así nada más.., quería que mi identidad no fuese descubierta rápidamente..- bajó su tono de voz

Negué con la cabeza.

-... Qué enferma eres..- la miré seriamente

- ¡No lo soy!

- ¡LO ERES!- la señalé- qué importa si tu identidad fuese o no descubierta, ¡eso no me importa!, ¡me importa y me enfada en la forma en que tus malditos sirvientes me trajeron hasta aquí!- protesté

- Perdóname por eso.

- No existe perdón alguno para una loca como tú.

- Pero...

-... Me iré, y no me detengas, quiero alejarme de ti...- dije para darle la espalda y seguir caminando

Qué mujer tan loca con la que me topé.

- Necesito que me informes sobre Akane..

Me detuve ante eso y la miré de reojo

- Jamás te diré eso...- hablé lo más autoritario posible

- Te lo ruego.., sino me lo dices, está bien pero..., sólo dime una cosa de ella, te lo suplico...

Suspiré cansado.

Odio que me rueguen.

-... Escucha, no te diré absolutamente nada de ella..- le dije con firmeza

- ¡Pero..!

-... Te advierto una cosa- la miré y me acerqué dos pasos hacia ella- no te vuelvas a acercarte a mi, o a ella, porque si lo haces... Yo mismo me encargaré de ti, que te quede claro eso..- la amenacé

Ella no decía palabra alguna, sólo podía ver su silueta.

Me di la vuelta para ya irme de una vez por todas.

No soporto estar cerca de esta maniática.

- No debes amenazar a tu propia familia, Akashi..

Paré en seco...

¿Misma familia? ¿Cómo sabe mi nombre?

- ¿De qué hablas?, tú no eres parte de mi familia- le dije molesto

- Si lo soy Akashi, tu padre lo sabe..- mencionó seria

- ¿Mi padre?- pregunté realmente aturdido

- Si, él mismo- asintió segura

- ¡¿Quién eres?!, ¡¿por qué me dices esto?!- exigí furioso

Ella sólo soltó una leve risilla, cosa que me enfureció más.

- ¡MUÉSTRATE!- le ordené

- Hmm, bueno..

Dicho esto, oí sus tacones rezonar por el lugar, acercándose a mi, en ningún momento retrocedí.

¡¿Quién será esta mujer?!

Esperé a que saliera de la obscuridad, para después mirar un vestido azul con sus tacones blanco.

Sus manos estaban escondidas atrás de su espalda y mirarla completamente.

¡No puede ser..!

- Han pasado mucho tiempo, ¿o no mi querido sobrino?- sonrió ampliamente

Abrí mis ojos a más no poder y estaba realmente asombrado ante la persona que estaba al frente de mi.

Tú... ¿De Verdad Me Amas?Where stories live. Discover now