3. Realidad y Ficción

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-La verdad es que terminé cansada después de las fotos y el viaje largo así que pensé, que te había prometido dormir juntas y que de alguna forma tenía que cumplirlo - ¿Ella podía ser más tierna? - ¿Te gustó Nayeon? – yo solo sonreí.

-No me quejo, yo igual terminé cansada – Momo pasó a su cama y yo me acosté en la mía - ¿Cómo es posible que alguien como tú sienta pudor de su cuerpo? - Momo volteó quedando de lado – cuando bailas se te nota muy segura de tu cuerpo y lo que muestras.

-El baile es el amor de mi vida – en ese momento incliné mi cabeza hacía el lado izquierdo que era donde se encontraba la cama de Momo. Creo que era primera vez que la escuchaba hablar de amor y baile – al principio comencé a bailar solo por Hobby pero, la gente me decía que lo hacía bien.

-Lo haces muy bien – ella sonrió.

-Cuando fracasé en Japón y después acá en Corea pensé en dejarlo – ella se estaba abriendo conmigo como nunca antes lo había hecho – recuerdo haber llamado a mi hermana después que me eliminaron. Mientras la llamaba pensaba en que haría ahora en Japón y el baile nunca fue mi respuesta.

-No se me puede pasar por la cabeza que no bailes.

-Pero acá estoy – Momo se dejó caer a la cama de espalda – Soy parte de una de las mejores bandas de chica de Corea.

-Y sigues bailando – respondí mirando su perfil.

-¿Crees que hubiéramos seguido en contacto si no fuera parte de Twice? – ella inclinó su cabeza hacía mi lado y las dos nos estábamos mirando.

-Probablemente – en ese instante me dieron ganas de decirle que me había gustado desde la primera vez que la vi y que así como Sana y Mina no se veían debutar sin ella en el grupo yo tampoco me veía sin ella al lado – tienes un encanto único Momo – se le había iluminado el rostro.

-¿Te molesta que duerma desnuda si es que me llegara a dar calor? – estaba en shock.

-Eh... no, en lo absoluto.

-¿Y si te abrazo?.

-Tú, desnuda y abrazándome... ¿No crees que es algo raro?

-No lo veo raro, toda la vida me he relacionado con chicas y para mí no sería raro.

-Nos hemos duchado todas con todas – ella sonrió.

-Fu raro la primera vez que me metí a la ducha con alguien más del grupo.

-¿Con quién fue?

-Jiho – las nos reímos – ella estaba como loca tratando de que no se le viera nada pero era imposible.

-Creo que deberíamos dormir – Momo solo me miraba - ¿Por qué me miras así?.

-Nunca nos hemos duchado juntas – sentí mi corazón acelerarse.

-¿No? ¿Segura? – la verdad, es que había tratado de todos los medios posible esquivar ese momento desde que debutamos.

-Estoy segura.

-No me había dado cuenta – sonreí – dormiré. Se me están cerrando los ojos.

-Buenas noches Nayeon.

-Adiós Momo.

Al día siguiente cuando desperté me di cuenta que estaba sola en el cuarto. Pude notar que en una mesita que había en la pieza había una bandeja con desayuno. En una de las esquinas había una pequeña nota que no podía ser de otra persona más que Momo.

"Te estuve tratando de despertar durante 20 minutos y no hubo caso. Pude rescatar eso del desayuno. Come".

Re leía la carta una y otra vez. Me causaba ternura mirar la letra temblorosa de Momo. Era obvio que se esforzaba para hablar y escribir el coreano a la perfección. Mientras tomaba desayuno recordé la conversación que había tenido con ella anoche y pensé en que Momo si me había visto desnuda y, me había visto ese mismo día en la tarde cuando salí de la ducha. Sentí mis mejillas ruborizarse a recordar ese momento.

Daño ColateralWhere stories live. Discover now