| WILD | Finn Wolfhard |

TRES.

PRIMER NARRADO; SECRETOS.

—Nos están shippeando fuerte.—
Adele bloqueó su celular y dejó de ver la foto que la pelirroja había subido hace unos diez minutos.

—Nos aman, somos las más sexys del cast.— respondió la pelirroja asintiendo.

—Ya quisieras, baby.— Jack hizo una pose diva mientras revisaba su teléfono.— Por cierto Addy, tu novio viene llegando.

—¿Cómo lo sabes?— preguntó la nombrada con una sonrisa al saber que pronto vería a su chico con rulos favorito.

—Jaeden me ha escrito un mensaje, viene con Chosen y Jeremy.

—¿Puedes creer que han pasado 5 meses desde que empezaron?— habló Wyatt.

—Yo tampoco lo creo.— dijo Adele orgullosa.— Y sin que nadie se enterara.

—Por suerte esta vez si pudimos venir a un lugar público.— Jack rodó los ojos.— En cada salida debemos andar escondiendonos porque estos dos quieren besuquearse.

—¿Celoso Grazer?— sonrió vengativa.— Te estoy robando a tu hombre.

Jack rodó nuevamente los ojos, y justo en ese instante la campanilla que estaba en la entrada de la cafetería se abrió, dejando ver a tres chicos entrar.

Al ver a Finn entrar, a Adele le recorrieron unas ganas inmensas de ir a abrazarle; pero había gente y la gente siempre les arruinaba todo a ellos dos.

—Hola camaradas.— les saludó Jeremy, se sentó a un lado de Sophia mientras que Finn y Chosen se sentaron al otro lado de la mesa; al lado de Adele.

—Hola linda.

Finn le susurró al oído y ella se estremeció, tener el aliento tan cerca de su cuello le volvía loca.

Adele se dio vuelta para ver si algunos de los presentes había notado el gesto, no había mucha gente pero aún así siempre se debe estar precavido.

Al notar que nadie les veía, la castaña busco su mano por debajo de la mesa y la tomó siendo correspondida.

—¿Qué haremos? Ahora.— habló Sophia llamando la atención de los restantes.—Ya estamos todos

—Podríamos ir a mi casa.— dijo Wyatt, a lo que todos estuvieron de acuerdo.

—Debo ir al baño antes.— avisó Adele.— Vuelvo enseguida.

La castaña se paró de su lugar y, con permiso de ambos chicos que  habían llegado hace un rato, se dirigió al baño.

El baño era más grande de lo que recordaba la última vez que estuvo ahí. Se miró al espejo; su pelo había crecido considerablemente de cuando se fue a grabar The Walking Dead. Aunque siempre debía cortarselo antes de ir a grabar.

Se puso algo de brillo labial y salió del baño. Sin embargo a penas lo hizo, alguien la tomó del brazo y le obligó a entrar al baño de hombres (el cual estaba justo en frente del de damas).

Iba a gritar, pero cuando vio de quién se trataba el miedo se esfumó. El chico de rulos le sonrió, pero no fue hasta que estaban en un cubículo que se lanzó a besarla.

—No sabes cuánto tuve que aguantarme para poder hacer eso.— dijo con una sonrisa, ambos estaban frente con frente.

—Te extrañé mucho, bebé.— la castaña hizo un puchero.

El chico le había ido a visitar hace un mes, y a pesar de que todos los días hablaban, la necesidad de tenerse cerca era cada vez más inmensa.

—Te ador...

Pero antes de que el chico pudiera terminar sus palabras, la puerta del baño de hombres se abrió, escuchando como un hombre entraba al cubículo que estaba a su lado. Escuchando cada mísero detalle de su ida al baño.

Adele se cubrió la boca intentando aguantar la risa mientras que Finn tenía los ojos cerrados queriendo que el hombre parara de orinar de una vez.

Cuando el tipo al fin salió del baño, ambos estallaron en risas.

—Que romántico.— la castaña rodeó con sus brazos el cuello del chico.

—Estos encuentros secretos ya me tienen cansado.— bufó.— Quiero poder besarte cuando yo quiera.

—A mí también me encantaría eso, sabes que sí.— le dio la razón mientras le acariciaba la mejilla.— Pero es mejor de esta forma.

—Lo sé.— él chico hizo una mueca y le dio un corto beso.

—Ven, es mejor que salgamos de aquí.— propuso ella, tomándole de la mano para volver a donde estaban el resto de sus amigos.