Escape

Capítulo 6: "Chispas Azules"

Caminaba por los pasillos de la recepción en dirección al ascensor, estaba en la empresa de finanzas de la tía Gigi, que, en realidad, era su agencia secreta.
Parecía talvez un pequeño edificio de cuatro pisos, a la vista de cualquiera, pero tenía ocho pisos más por debajo.

Las puertas transparentes del ascensor se abrieron y entré, el primer nivel, era la recepción, era acogedora y de vez en cuando mirabas bajar a uno que otro agente o algunas veces, clientes que llegaban a pedir asesoría.

El ascensor se detuvo en el segundo nivel, donde se encontraban las oficinas de los empleados; los agentes, claro. Trabajaban como normalmente lo haría un agente financiero, recibían a sus clientes y los ayudaban.
Siempre que se le asignaba una misión a cada uno, dejaban carpetas simuladas en papeleo que ellos tienen que realizar, también recibían maletines, cuando era una misión de emergencia o asignada a última hora.

Dos chicas entraron en el ascensor y me hice a un lado mientras les sonreía, observé que ambas llevaban carpetas en sus manos. Una de ellas oprimió el botón del piso número tres, donde se encontraban las salas de reuniones, la mayoría de veces ahí se discutían datos claves sobre las misiones asignadas, también se utilizaban para discutir casos de finanzas importantes, pero el rollo en realidad no es así. Los vidrios transparentes de las salas de reuniones dejaban ver que se discutía, algunas veces cuando teníamos que ser precavidos esos vidrios se tornaban oscuros por discreción.

Vi como salieron mientras decían un "adiós" el cual regresé, tenía que ver a la tía Gigi por un momento, por lo que iba al piso número cuatro, el último piso en la superficie, ahí se encontraba la oficina general, las tres oficinas que había en ese nivel, estaban rodeadas de vidrio transparente; al igual que las salas de reuniones, en el nivel anterior. La oficina de la tía estaba frente al elevador, después de claro pasar un pasillo y las dos oficinas de coordinadores y gerentes en cada extremo de este, las paredes que habían estaban pintadas en amarillo mostaza, dándole un toque elegante y el piso era de madera, se abrieron las puertas y salí.

Saludé al personal que se encontraba ahí, caminé por ese pasillo y visualicé a mi tía haciendo una llamada, me indicó que esperara afuera, así que me senté en un sofá que estaba cerca. Después de unos minutos, abrió la puerta.

– Entra. – Se devolvió a su escritorio de madera con cristal y me adentré en su oficina, espaciosa, con sofás estilo vintage, diplomas de sus estudios y una foto de ella, las ventanas que tenía detrás mostraban el atareado tráfico y un cielo sin nubes. Me quedé de pie.

– Solo venía a saludar. – Le sonreí de lado mientras ella me daba una mirada. – Es que tengo que ir a buscarlos.

Bajó un poco los lentes de lectura que utilizaba, para observarme y entrelazar sus manos. – ¿A tus hermanos? – Asentí. – Ve, tienes que entrenar. ¿Nos vemos al salir? – Me miró expectante.

– Eso espero. —Si es que no tardaba mucho tiempo en el entrenamiento, claro— Hasta más tarde, entonces. – Me volteé y dirigí a la puerta de cristal.

– Rebecca. – Escuché como me llamaba. – Tu puedes, confía en ti misma. – Suspiré mientras asentía y la miraba de reojo.

Salí de la oficina para dirigirme de nuevo al ascensor, apreté el botón del piso 4A, que era donde se encontraban las salas de entrenamiento y simulación.
El elevador se detenía en cada nivel, entendí con el tiempo entendí que así estaba configurado; el nivel número 1A era el parking subterráneo, ahí comenzaban los pisos bajo tierra, en ese nivel se encontraban algunos de los autos en los que algunos agentes llegaban o había autos en los que les indicaban transportarse para alguna misión, nunca estaba lleno, porque la mayoría de veces, se estacionaban en el parking principal, que es en el piso uno, donde se encuentra la recepción.