Capitulo 1.2

21 14 10
                                    

Capítulo 1.2

Desperté al día siguiente encontrando al niño dormido sobre unos periódicos algo mojados. No podía dejar de verlo, como es que un simple niño puede estar viviendo en estas condiciones, ¿Dónde estarán sus padres? ¿No tiene algún hermano o hermana?. Me acerque a su rostro y le di unas lamidas para que despertase.

Al despertar me sonrió y saludándome dijo "Buenos días perrito". Se levantó del sucio suelo de periódicos, sacudió su ropa y me dijo que lo esperase en ese callejón, dijo que no demoraría y entro en aquella cafetería.

Espere, espere y espere. Parecía como si ya no iba a volver, creo que estuve esperándolo durante unos 30 minutos o tal vez más como 1 hora. Luego volvió con 2 panes, una botella de agua y un periódico de este día. Me acerque algo curioso a él intentándole saber por qué se demoró tanto. Seguía comiendo su pan y poco a poco un trago de agua y luego me miro con una cara de tristeza. Me dio medio pan y en su pequeña mano servía un poco del agua para que yo bebiera. Según yo en esas circunstancias no puede vivir uno, y menos un niño o un perro.

Mientras el niño acababa de comer, dijo: "¿Sabes?, me recuerdas de alguna manera al perrito que siempre veía en mis sueños. Eres idéntico a él. Pero solo aparecías en sueños donde yo estaba triste y esos sueños eran raros. Y ahora, saber que tal vez no solo fue un sueño. Y pensar que ahora tengo alguien de compañía, me hace tan... tan... feliz." - Decía el niño mientras soltaba algunas lágrimas y me acerque a su rostro y le lamí las mejillas para que se calmase -.

Al fin y al cabo no me dijo la razón por la cual se demoró, pero creía que era porque hacía algún oficio en esa cafetería. No se iba a quedar tan sencilla esta ocasión. Al siguiente día unos policías encontraron al niño y a mí. No iba a dejar que mi único amigo vivo se lo llevasen. Le trate de morder la pierna al policía a la vez que el niño trataba de escabullirse de las manos del señor. Pero fue en vano, llego su compañero policíaco y se llevaron al niño a un lugar. La última palabra que escuche de ese cruel policía fue "Orfanato". Desde la ventana del carro policial donde estaba mi amigo, me dijo que escapase, y él tenía razón. Atrás de mí apareció un hombre con un bigote, traje uniformado naranja, una gorra celeste y a la vez naranja, una mirada penetrante que parecía la de un demonio. Creo que la última parte me la he inventado, pero así es como me lo recordaba a ese tipo. De inmediato corrí y corrí lo más rápido posible. El señor uniformado me seguía persiguiendo y otros perros que estaban en la calle corrían a escaparse cuando veían su presencia. A la vez que trataba de escapar de ese hombre extraño, trataba de perseguir al carro donde estaba mi amigo, pero llego una calle donde tomo más arranque y lo perdí de vista, creo que también perdí de vista al señor que me perseguía ya que luego me había dado la vuelta y ya no estaba.

Ahora sí que me había perdido, ya no había nadie que yo conozca cerca, ni Toby, ni el pobre niño, ahora estaba solo... Seguí vagando un poco por las calles buscando algo de comida, encontraba a veces frutas media mordidas por el suelo. Pero entre todo ese lío empezó lo que más me temía, la noche. Empezaba a oscurecerse el cielo, las luces de las tiendas, casas y hoteles se empezaban a prender y la gente empezaba a salir de sus casas a montones, era muy difícil tratar de atravesar las calles con tanto bullicio de la gente y también por tantas personas chocando conmigo. Creí que todo ya se había acabado conmigo, otra vez. Pero de repente escuche una voz, era una voz muy tierna, como si la hubiera escuchado antes.

Levante de inmediato mis orejas, y a la vez que escuchaba esa voz se me subía el ánimo. ¡Era la voz del niño!, ¿Dónde? ¿Dónde es que estaba? Empecé a correr hacía la voz de donde provenía aquel ruido. Llegue a un punto donde el ruido se hacía más y más bajo. Por un momento creí que algo malo le había pasado. Pero luego algo sucedió, la voz aparecía por todos lados. Pero la decepción llego cuando me entere que solo venía de un carro ambulante que tenía un atado un micrófono que hacía la voz del niño.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 08, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El amor de un perro no puede ser comparadoWhere stories live. Discover now