V

823 31 4
                                    

Narra Miriam:

Besé a Ana de una forma dulce y a la vez apasionada. Sus manos se posaron en mi cintura, mientras que yo agarré su nuca para hacer el beso aún más profundo. Noté cómo acariciaba mi espalda hasta agarrarme del culo y sonriendo sin dejar de besarme me pegó a la pared.

- Ana, quizás estemos yendo demasiado deprisa.

- ¿Quieres parar?

- En realidad no. Pero me gustas demasiado como para que esto se convierta en un simple polvo en las duchas.

Ana apoyó su frente sobre la mía, suspirando.

- Me vuelves loca, Miri. Me encantas. No sabes lo que es tenerte aquí, desnuda, y parar a tiempo de no estropear lo que sea que haya entre nosotras.

- Créeme canaria, sé perfectamente como te sientes-y volví a besarla durante lo que parecieron horas-.

Salimos de la ducha con la piel arrugada. Realmente no sé el tiempo que pasamos allí besándonos y disfrutando la una de la otra, pero había llegado el momento de tener una conversación.

Narra Ana:

- Miri, me gustas, y quiero afrontarlo de una vez y disfrutar de ti aquí. No quiero tener que estar reprimiéndome cada vez que me cruce contigo. Quiero poder abrazarte, besarte, acariciarte. Quiero estar contigo.

- A mi me encantaría Ana, sabes que para mí es igual, ¿pero qué podemos hacer? Yo no quiero hacerle daño a Pablo, no se lo merece. Me gustaría poder hablar con él antes de que nos viera besándonos en la tele. No puedo empezar nada contigo sin terminar antes con él.

Me quedé pensativa. La verdad que hasta ese momento yo no me había ni acordado de Javi. Supongo que eso es una señal más. Terminamos de ponernos los pijamas en silencio y nos fuimos a la habitación, donde ya estaban casi todos listos para ir a dormir. Me acerqué a la cama de Miriam y me senté frente a ella.

- Déjame que te ayude-cogí el bálsamo de tigre y comencé a darle un pequeño masaje en la sien-. He estado pensando que quizás podríamos hablar con Noe, que nos ayude a ponernos en contacto con los chicos, una carta, una llamada o algo.

Miriam abrió los ojos y me miró fijamente.

- No sé, lo veo difícil. No sería justo para el resto que no pudieran hablar con sus familias.

- Aiti siempre le está rogando por una llamada, quizás sea el momento ideal para convencerla.

- La verdad que es la única solución que tenemos de momento, y por intentarlo no perdemos nada. Pero hasta que tengamos algo, no podemos ser muy explícitas delante de las cámaras.

Sonreí dulcemente, dándole un beso en la frente a Miriam para desearle buenas noches e irme a mi cama.

Hoy es día de pase de micros así que es el momento perfecto para poder hablar con Noe. Como sé que es una tarea difícil, se me ocurre que lo mejor que puedo hacer es buscar "apoyos" en el desayuno.

- Aitiiiii, buenos días, guapa.

- Buenos días. ¿Cómo estás, Ana?

- Bien, estoy animada para el pase hoy, aunque no se por qué, pero me levanté hoy con ganas de hablar con mi papá. Le echo de menos.

- ¡Papi War!-Aitana dibujó un corazón con sus manos y yo le sonreí-. La verdad es que podían dejarnos hablar con las familias, no sé, una llamada o algo.

- Sería genial.

- Podíamos decírselo a Noe esta tarde, a ver si la convencemos entre todos.

Wariam musicalOnde histórias criam vida. Descubra agora