Capítulo 37

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Kerian

Termino de ducharme y salgo del baño con sólo una toalla encima. La ropa me la he dejado en la cama. Lo dejo caer y me visto. Mientras lo hago, lo que ha sucedido el día de ayer me pone a pensar en lo cerca que estuvimos de la muerte. Encontrar al maníaco que manchó de dolor y miedos la vida de Haylin hace cerca de seis meses, me tomó por sorpresa. ¿Quién hubiese imaginado que aquel tipo aparecería así de la nada? Absolutamente nadie. Cuando estuve frente aquel tipo, una furia indomable me poseyó al recordar todo lo que éste ser le había hecho a mi Haylin. Jamás me había sentido así de furioso por algo, no era yo.

Cuando sentí aquel primer golpe en mi mandíbula, toda posibilidad para razonar y hacerle capacitar, desapareció. Después vino el empotramiento contra la pared que me dejó sin aire en los pulmones. Luego decidí lanzarle aquel golpe en el estómago. El defender a Haylin era lo único que me importaba en ese instante.

Gracias a Dios que toda esa pesadilla acabó cuando Donovan apareció para ponerle un alto a ese infeliz, que, a decir verdad, me daba un poco de lástima. Haber pasado por toda esa cadena de traiciones no debió ser nada fácil para él. Sin embargo y a pesar de esto, nada le daba derecho a seguir lastimando a Haylin de esa manera. Ya era hora de que la dejara en paz, así como lo hizo Víctor después de aquel incidente que acabó lamentablemente con la vida Hunter.

Ahora sólo espero que, Gael y sea quién sea que le haya ayudado a llegar hasta aquí, paguen por todo lo que provocaron.

De esto no he querido hablar aún con mamá y papá. Prefiero no preocuparles por nada, y menos ahora que el peligro ha pasado por completo.

A Fabiola tampoco he visto necesario contárselo. Por cierto, hablando de ella... me pregunto vagamente cómo va su situación con Stewart. ¿Ya lo habrán solucionado o por el contrario continúa igual? La duda y la preocupación por mi hermana me carcomen. Me digo a mí mismo que le llamaré más tarde después de cenar.

Una sonido me saca de mis pensamientos. Busco mi celular en la cama, pero no le encuentro. Maldigo entre dientes cuando la llamada se corta. ¡Mierda! ¿Y si es importante?
Segundos después, cuando ya estoy completamente resignado, vuelve a vibrar. Esta vez sí que logro contestarlo.

-Buenas tardes, ¿con quién tengo el gusto?

Frunzo el ceño al escuchar esa voz. Al principio no le reconozco, pero, sin embargo, poco después algo en mi cabeza se despeja como una nube. ¡Mierda! Sí, sé quién es.


***

Haylin

Amarro mi cabello en una desordenada coleta mientras pico unos pimientos para preparar la cena. La cocina no es mi fuerte, así que hago lo mejor que puedo. Intento recordar algunas cosas que me enseñó mamá cuando yo era una adolescente. Tarareo una canción que me descargué hace algunos días en el móvil. La letra encaja de manera perfecta con mi vida. Delacey me transporta a otro mundo con su melodiosa voz. Corre, cae y levántate dice ella. A pesar de todas las caídas que he sufrido, sé que ser feliz sí es posible. Lo estoy comprobando ahora mismo.

La mujer débil e insegura de antes se está quedando atrás. Estoy resurgiendo de las cenizas. Kerian me ha devuelto la fe y las fuerzas que creía haber perdido. ¿Qué hubiese pasado si no lo hubiese conocido? Él ha ido borrando poco a poco los miedos que me aprisionaban. Vencí mi miedo a las alturas, dejó de importarme lo que los demás opinaran sobre mí y me di una nueva oportunidad en el amor.

Un leve mareo hace que me apoye sobre la mesa y deje lo que estaba haciendo. Algo me empieza a oprimir el pecho y tengo que tomar asiento para poder recomponerme. ¿Qué ha sido esto? De pronto veo a Kerian aparecer por el umbral de la cocina con sólo un chándal encima y una camiseta roja colgando de su hombro. Me lo como con la mirada, cosa inevitable. Sin embargo, algo en su rostro me desconcierta y me hace fruncir el ceño.

Haylin: Derribando tus miedos |PARTE 2| © |TERMINADA|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant