El último año.

Cap. 11: Desastre de un viernes por la noche.

Al rato fuimos a centarnos en la barra del lugar y pedimos un par de cervezas. Sentados ahí, Bill posó su mano en mi muslo por debajo del vestido pero solo un poco mas arriba de la rodilla. Este solo estaba cubierto por la panti media. Bebí nuevamente otra cerveza y nos besabamos a cada rato con mi acompañante tan sexy, que llevaba unos pantalones negros ajustados, unos zapatos negros también y muy finos, y para arriba una camisa blanca en forma de V que dejaba entrever parte de su pecho marcado y demasiado seductor, y además con las mangas dobladas hacia arriba, desnudando todo su antebrazo. ¿Realmente Bill tendrá 18? con esta pinta se ve más grande... 

Nuevamente metió su mano bajo mi vestido y yo lo besé. Me dió absolutamente lo mismo que hiciera eso, total ¿puedo alegar después de habernos visto completamente desnudos la otra vez en su casa?... ¿O será que estoy ebria?... Naaaaaaah!.

Al segundo me paré para ir al baño. Al entrar en este no podía creer lo que estaba viendo ¡¿en qué momento mi cabello quedó tan mal?! me veo como la mierda!, oh Dios. Al terminar de arreglarme me dirigí a la barra donde me esperaba Bill, pero antes de eso y estando a punto de llegar, viene un estúpido hombre con sobra de testosterona y alcohol en la sangre y agarra tan bruscamente mi trasero, que llegué a dar un pequeño saltito. Desgraciada y afortunadamente, mi acompañante se dió cuenta de esto. Digo desgraciadamente porque a partir de esto se desató la peor pelea que había visto en mi vida. Sí, ¡¡en mi vida!!.

Bill sin mirarme, hacer o decir algo, se paró del asiento de la barra, tomó por el hombro al tipo  y le lanzó un combo en la cara, que lo dejó sangrando en el suelo. El estómago se me revolvió por culpa de toda la sangre que brotó del rostro de aquel imbécil, y por culpa también, de todo el alcohol que he ingerido. El hombre trató de reponerse, unas chicas salieron gritando, luego, otros hombres vinieron en la defensa del estúpido que me había tocado, eran dos mas, ambos se abalanzaron contra Bill, pero este logró defenderse de uno de ellos lanzándole una bofetada en el rostro y una patada en los testículos que lo dejo casi delirando de dolor en el suelo. Mi estómago seguía revolviendose. En eso el otro tipo al cual Bill no alcanzó a defenderse, le lanza un puñetaso en la cara y hace que este sangre, pero no tanto como el hombre que me había tocado. Finalmente todos se pusieron a peliar contra todos y no logro entender por qué?! se desató la peor mocha de la vida, todos peliando, mujeres arrancando y yo parada como tonta, observando todo. De pronto me doy cuenta que el chico que se había propasado conmigo, se puso de pie e iba directo a atacar a Bill, pero este le daba la espalda y luchaba contra los otros dos!. Dios, qué hago, qué hago!.

Decidida, tomé la botella de cerveza que estaba bebiendo antes de ir al baño, fui corriendo y la quebré con toda mi adrenalina en el cráneo de mi "abusador". Quedé en shock durante dos eternos segundos, ¡¡¿qué había hecho?!!, espero no haberlo matado, DIOS!, vi como su sangre se derramaba, la cerveza escurria por su cabeza y los cristales de vidrio saltaban a todos lados. Miré asustada a Bill quien también me observó y tomo rápidamente mi brazo. Llegaron los guardias de la discoteque, pero nosotros salimos corriendo y finalmente logramos escabullirnos del lugar.

Llegamos corriendo de la mano a su auto y reímos de lo freak que fue la situación, demasiado rara. Ahí Bill me apoyó de espaldas contra el vehículo y me beso intensamente, nos besamos como si no hubiera mañana. Luego subimos al auto y mi amigo el conductor tenía sangre proviniente de sus fosas nasales, pero ya estaba seca y afortunadamente era poca. 

-Dejame limpiarte.- Le dije mientras le pasaba un pañuelito por la zora herida. Avanzamos unas cuadras más y aparcamos en la calle para que lo pudiera limpiar mejor. Finalmente terminé. - Ya estás bien.- dije sonriente.

-Gracias por salvarme.- dijo encendiéndo un cigarro. Me ofreció y también acepté.

-Salvarte? ¡gracias a ti! tu fuiste quien me defendió de ese degenerado!.