Cap. 11: Desastre de un viernes por la noche.

Comenzar desde el principio
                                    

-Qué pasa ojos!- le dijo el calvo a mi acompañante. Yo reí porque evidentemente "ojos" era por los preciosos azules de Bill. - te tengo un regalo.

-cuál sería?

-vamos a mi oficina!

-Oh!- al emitir esto, me pareció que Bill ya sabía de qué se trataba el supuesto regalo- no, estoy con mi amiga ahora, no puede ser después?.

-Ya sabes donde estaré ojazos! .- Dijo el tipo y en eso llega el garzón con la cuenta. -Hey pretendías pagar?! No no, man, la casa invita, no tienes que pagar nada, sabes que puedes venir acá cuando quieras y consumir lo que quieras! no debes pagar Bill.- Terminó de decir.

-Dejame pagar man, estoy invitando a la chica- me señaló - ¿acaso no puedo conquistarla?.- Me sonrojé un poco al oír eso. El calvo lanzó un par de carcajádas, ahora si me queda claro que es el dueño del lugar.

-Claro que puedes hombre! - luego se dirijió al garzón- El chico no pagará nada, todo es gratis para ellos hoy y siempre y aunque te pida la cuenta. Para ella también - me guiño el ojo- Así que amigo Bill, no pagarás nada, solo espero que le dejes algo de propina al muchacho.

Y así mismo fue, nos fuimos y no pagamos absolutamente nada. Me desconcertó un poco la situación ya que no comprendía lo que pasaba, pero al menos fui completamente invitada por el dueño de un pub genial. Eso me hacía sentir en cierta manera algo así como VIP.

Bill me dejó sola en el asiento del copiloto durante unos minutos, el volvió a entrar al local.

-he vuelto.- dijo subiéndose a su asiento.

Ya era completamente de noche y nos dirigimos a otro local que estaba en la calle the close. Esta vez quedé a-no-na-da-da!. El lugar era gigante, espectacular, genial, extraordinario! no tengo palabras para describirlo, es demasiado cool y grande, el ambiente es a otro nivel y afuera aparcan solo vehículos mercedes benz. Afortunadamente el cadillac de Bill no quedaba mal junto a todos esos autos.

Una vez dentro, tuve que obligarme a mi misma a cerrar la boca. Era un pub dentro de una discoteque, luces, música, gente, ambiente, tragos, ¡TODO! si ubiera ido con amigas, creo que ya estaría bailando con algun chico, aquí son todos de otro mundo! jamás vere a alguien de la prepa acá, todos son mas grandes ¡tengo que contarselo a Marrie! ¿cómo Bill sabía de estos lugares tan geniales? y ¿cómo nos dejaron pasar si en la entrada había una elegante cuerda roja y un guardia inmenso?. ¿VIP en el pub anterior? NAAH este lugar es lejos uno de los mejores que he visitado, esto si es VIP.

-Bailas?- Bill me ofreció su mano y sonrió coquetamente.Yo solo le devolví el gesto y tome su mano también.

La música era controlada por un dj que hacía las mejores mezclas que había oído! todo tipo de música pero junta y dispuesta para hacerte bailar hasta no poder más!.

-sabes moverte bien eh?- me dijo sonriendo y casi gritando por lo fuerte de la música. Aunque a pesar de so sonaba muy bien.

-Tu tampoco lo haces tan mal- le dije riendo y también casi gritando. En eso Bill toma mi espalda con una mano y mi cola con la otra y me acerca fuertemente contra su tonificado cuerpo. Oh Dios me encanta sentirlo tan marcado apretándose a mi. Acto siguiente, rosa sus labios con los mios y luego me invade completamente con su lengua, quedamos así un buen rato, besandonos con pasión y con ardor. El beso era largo y ni uno de los dos tenía apuro.

Dejamos de besarnos cuando comenzó a sonar "Pride" de U2 pero la versión electrónica de Tiesto. En eso nos miramos y gritamos al unísono: "WUJUUUUUUUUUUU!". 

Comenzamos a saltar y a bailar como toda la gente, todos gritaban, habían demasiadas luces de colores, todo era alocado y genial, en eso pasan dos chicas con vestidos que tenían el nombre de la disco, y nos ponen gorros que cambiaban de colores fluorecentes, y nos regalan una champaña. Todo era demasiado genial, todos llevaban algún cotillón, todos enloquecían con la música, y absolutamente todo estaba permitido. <<Espero que no te tomes eso al pie de la letra Cath>> intervino mi voz en off mental. Decidí ignorarla, no tengo ganas de obedecer reglas esta noche y menos en este lugar que lo incita a todo. 

El último año.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora