- Oh, Mel, es una muy buena mujer. Ha curado siempre mi cara cuando he estado metido en algún lío. -se ríe. 

- ¿Te metes en líos? -sueno más sorprendida de lo que esperaba y me maldigo por dentro. 

- Sí, alguna vez he estado en alguno. -se encoge de hombros.- ¿Y esos cuadernos? -coge uno de ellos y mira el nombre.- Jack Pitterson. -lee en alto y después me mira.- ¿Te hablas con él? -frunce el ceño.  

¿Y tú?

- No, ni mucho menos. -niego.

- ¿Y por qué tienes su cuaderno? -frunce el ceño devolviéndomelo y cogiendo el de Megan.- ¿Y el de Megan también? 

- ¿Los conoces? -pregunto en un hilo de voz. 

- Sí, son los que van con esa chica llamada Sasha... -su voz se apaga a medida que habla y entonces se para a mitad del camino.- Son ellos, ¿no? -me mira. 

- ¿Q...qué? -digo con un nudo en mi garganta que hace que me cueste hablar.

- Ellos son los que te hacen... Bullying. -aprieta los labios con fuerza sin querer decir esa palabra.

- Yo... No. -niego mintiendo, pero él, como es de esperar, no se lo cree.

- No mientas Olive, ¿tu eres la chica a la que Jack ha pegado hoy? -me mira con sus ojos bien abiertos.

No puedo sostenerle la mirada, así que bajo la vista.- ¿Quién te ha dicho eso? -murmuro.

- No se habla de otra cosa en la universidad. -hace una pausa, y me obligo a mirarle a los ojos que son alumbrados por la luz de la farola.- ¿Por qué no se lo dices a nadie, Olive? No puedes seguir así. 

- Yo... No tengo a nadie. -digo en un susurro. 

- ¿Cómo que no? Ahora nos tienes a lo chicos y a mi. -me sonríe reconfortantemente y yo juro que me voy a desmayar ahí mismo. 

- ¿Qué? -le miro.

- Olive, nosotros ahora somos tus amigos. -seguimos el camino hacia mi casa. 

- Gracias, Tom. Significa mucho para mi. 

Él asiente después de sonreírme y llegamos a mi casa. No quiero que pase lo mismo que ayer, por lo que estoy lista para despedirme, cuando él de pronto suelta un suspiro. 

- ¿Me creerías si te digo que quiero conocerte? -me pregunta.

- ¿Conocerme? -abro los ojos. 

Tom está llegando a donde nadie antes había llegado, y no sé si quiero seguir con esto. 

- Sí, conocerte. Saber de ti, de tu vida. -se encoge de hombros.

- Yo... No lo sé, no hay nada interesante que saber, además esto es raro para mi y... -él me corta.

- Estás tan acostumbrada a que todo el mundo se ría de ti que cuando una persona no lo hace te encierras en una burbuja. Deja de hacer eso, es difícil, lo sé, pero yo no soy como los demás, Olive, no me reiré de ti, no te insultaré, ni te pegaré. Es más, estaré defendiéndote de todos los que se atrevan hacerte eso. No eres como las demás Olive, y eso me gusta, déjame conocerte, por favor. -habla desesperado, y entonces sé que dice la verdad. 

- Vale. -murmuro.- Pero tendrá que ser poco a poco, no estoy acostumbrada a esto. -aprieto los labios. 

- Descuida, te entiendo. -me sonríe.- Que descanses. -se acerca y me da un abrazo, cierro los ojos cuando noto sus brazos alrededor de mi cintura y aspiro su olor, huele a desodorante y colonia masculina, y sé que es un olor que no olvidaré fácilmente. 

Se separa de mi y yo abro los ojos, me sonríe y se va de regreso a su casa. Yo entro en la mía y cierro la puerta detrás de mi. El corazón me va a mil, y me perforará el pecho si sigue así. Tom es un buen chico, lo sé, también tierno y adorable, y creo que puede que nuestra amistad funcione y sea verdad eso de que no se reirá de mi. 

- He llegado. -digo al viento y mi padre sale del salón. 

- ¡Hazme la cena! -me manda y yo voy a la cocina rápidamente. 

Abro la nevera y saco huevos y bacon, no queda casi nada de comida, por lo que me tocará no comer hasta que cobre en el trabajo. Termino de hacerle la cena a mi padre y se lo dejo en la mesa. 

- A cenar. -digo haciendo que en una milésima de segundo él aparezca en la cocina y se ponga a comer. 

- ¿No comes? -me dice con la boca llena. 

- No nos queda casi nada de comida. -murmuro en la puerta de la cocina. 

- Pues es para mi. -dice autoritario y yo asiento.

- Por supuesto. -salgo de la cocina y subo las escaleras atropelladamente.

Es la primera noche en mucho tiempo que mi padre no me golpea, y no quiero que por cualquier circunstancia lo haga, así que me pongo el pijama y me meto en la cama para dormir, pero la luz de mi móvil se alumbra haciendo que acapare toda mi atención. 

Lo cojo y frunzo el ceño cuando no sale ningún nombre, solo un número desconocido.

Número desconocido:

Espero que no cambies de idea sobre lo de conocerte.

Soy Tom, por cierto.

Holland.

Olive😊:

Descuida, no lo haré.

Tom🙂:

Genial, que descanses:) 

Olive😊:

Buenas noches.

Sonrío dejando el móvil en la mesita de noche, me arropo con las mantas y cierro los ojos quedándome dormida en menos de un minuto.

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Heeyyy!!

A alguien más le mata el gif de multimedia? Es tan bonito...

Espero que os vaya gustando!

Gracias por leer.

Broken Girl. | Tom Holland.Where stories live. Discover now