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"-Un hada vino a visitarme anoche- Sehun se llevó otra cucharada de cereal a la boca.

-¿Un hada? - la mujer no paró de acomodar los platos y cubiertos recién lavados.

-Era la cosa más hermosa que jamás hubiera visto, como un ángel- hizo un ademán con las manos.

-¿Más hermoso que tu propia madre? - se burló la mujer acercándose a pincharle una mejilla.

-Eso es diferente- se quejó haciendo un puchero.

-¿Y cómo es diferente? - La mujer volvió al lavabo dándole la espalda.

-Bueno, -el pequeño meneó la cuchara en el aire- mami es una chica, y mi ángel era un chico-. "

-Espera-.

Sehun corrió a colocarle el seguro a la puerta de su cuarto y en un instante regresó a la cama, donde yacía Luhan sentado con las piernas cruzadas. Sehun trepaba al colchón con dedicación pero dificultad así que Luhan extendió los brazos y lo levantó un poco para ayudarle a subir, una vez arriba el rubio siguió jugando con las canicas de colores que había regado sobre las sábanas. Luhan inspeccionaba cada una de ellas con una mirada inquisitiva y Sehun se las arrebataba de las manos para explicarle su nombre.

-Mira, ésta es una galaxia ¿Ves? Se llama así por las cositas que brillan dentro de ella, porque parecen estrellas- Sehun sostenía una pequeña canica negra sobre su mano - ¿Te gusta? - Luhan asintió maravillado por la pequeñita esfera brillante - Te la puedes quedar, tengo otras tres así - el menor se la devolvió.

-Sehun - Luhan buscó la mirada del niño que se dedicaba a acomodar las bolitas por tipos y tamaños - ¿Hace cuanto naciste? -.

-¿Yo? - Sehun le miró por fin - Cumplí 6 años, ¿Y tú? -.

-¿Hace cuánto crees que nací?

-Parece que tienes 18 - decidió Sehun.

- ¿De verdad? - Sehun asintió - Probablemente soy mayor que tu padre... -.

Sehun soltó un exagerado bostezo y se cubrió la boca enseguida.

-Si ya tienes sueño será mejor que me vaya- El niño negó con la cabeza bruscamente.

-No puedes, tienes que quedarte - le ordenó.

Y una vez más Luhan accedió, esperó a que Sehun quisiera meterse bajo la sábana, acomodó al adorable can a su lado y espero a que sucumbiera ante el sueño para poder plantar un beso en su cabeza y retirarse.

A pesar de que era bastante vago, ése era el último recuerdo de Sehun sobre Luhan. Conforme va creciendo se convence aún más de que aquellas noches fueron sólo un sueño, porque cada vez cree que ocurrieron de distinta manera y piensa que hay partes que se inventó el mismo. La primera noche se queda esperando a que el ser angélico venga a acompañarlo, mirando por la ventana, esperando la lucecita parpadeante con su perro en el regazo, y los dos anticipan algo que no iba a pasar.

Cuando cumple 10 años de edad Sehun ya no lo espera sentado, pero finge dormir tratando de olvidar la esperanza que siente dentro de su pecho. Cuando cumple 12 le da la espalda a la ventana y ya no deja que el perro duerma sobre su cama porque la ensucia. Cuando cumple 14 se olvida un poco de todo lo que pasó, porque hay cosas más importantes y porque la escuela es un infierno para él. Cuando cumple 16 encuentra el bote de plástico, lleno de canicas, dentro del armario, y después de apreciarlo un minuto lo lleva con él hasta su cama.

¿De verdad fue un sueño? Fuera un ángel, un hada, un demonio... era imposible. No sabía que le dolía más, si el hecho de que por muchos años se hubiera dejado engañar por un recuerdo falso o que, si pudiera convencerse de nuevo que fue real, significaría que fue abandonado. Es tonto pensar en algo como eso, sufrir por algo así en momentos como los de ahora. Perder el tiempo en sus nublosos recuerdos que parecen haberse confundido entre la verdad y la mentira. Entre lo real y lo irreal. Aquél imposible suceso, aquél increíble ser de su imaginación. Sehun se promete que jamás le perdonará ¿Pero de quién habla entonces? ¿Cómo puede odiar a alguien que nunca existió?

Red Velvet [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora