Cuando me recuperé un poco, rompí mis ajustados pantalones, el profundo corte me agradeció que hube quitado la presión y dejado que el aire entraa disminuyendo el dolor ligeramente. Arranqué un trozo de la sábana púrpura de la pequeña niña y me hice un torniquete. Pensé en buscar algo de alcohol para desinfectar, pero no creía que en la habitación de una niña hubiera, así que me conformé con la poca agua que quedaba en una botella que anteriormente descansaba en la mesita de noche.

Me quedé quieta, con la espalda apoyada en la pared y respirando fuertemente para recobrar fuerzas. La policía no me creería. Tendría que llamarla a ella ya que era mi única salida en aquel momento, y aunque no confiara en ella, la situación no me daba otra opción.

Me puse de pie y me asomé por la ventana buscando otra vía de escape posible mientras mis dedos, poco ágiles, tecleaban su número. No había nada. Podía saltar los pisos que equivalían a 103 escalones, pero no podía afirmar que saliera con vida.

Escuché el pomo de la puerta moverse y instantáneamente comencé a ponerme más nerviosa, tanto que el móvil se me resbaló de las manos, aunque quizá tuvo un poco de culpa toda la sangre que había en estas.

A otro lado, el chico se daba cuenta de que no podía abrir la puerta, así que empezó a empujarla con su cuerpo a la vez que yo intentaba coger el móvil. La cáscara se había roto y la batería se había salido de su sitio. Me concentré, cerré mis ojos, esperé a que el temblor parara e intenté colocarlo todo en su sitio. Deduje que tardaría menos en abrirla, lo que me hizo pensar que tal vez estaba dándome tiempo. No, él no haría algo así. Tenía que dejar de poner esperanzas en él.

- ¡Bass! - gritó junto a sus golpes - ¡Bass abre la maldita puerta! ¡Bass!

No quise sollozar, pero lo hice. Era la primera vez que me llamaba solo Bass desde hacía mucho tiempo.

- Bass, se que estás ahí... - su voz era más calmada y disminuyó los estruendos - Vamos, sólo quiero ayudarte. Sé que ella te ha dicho cosas de mí, pero no tienes que creerla, sólo intenta asustarte. Debes confiar en mí, tal como me dijiste.

- ¡Vete al infierno Harry! - le grité. El móvil ya se estaba encendiendo. - Rápido. Rápido. - maldije en voz baja.

- ¡No voy a matarte! - gritó lleno de furia - ¡Confía en mí, maldita sea! ¿Recuerdas cuando me dijiste que confiabas en mí?

- ¡No! - escupí - ¡Te dije que la confianza no se pedía, se ganaba!

Le escuché gruñir y sabía que estaba muy enfadado, pero si iba a morir no quería que fuera suplicando una esperanza. Mi respiración y los pitidos del móvil eran lo único que se escuchaba. Comunicando. ¿Por qué no me cogía el teléfono?

- ¡Ya me has hartado maldita perra!

Un último empujón y la puerta cayó junto al armario. El móvil se me escapó de las manos, pero puede escuchar su voz decir: «¿Bass?» Cerré los ojos como acto reflejo y me encogí, no quería abrirlos ya que estaba asustada, pero lo debería hacer tarde o temprano, y cuando así fue puede ver como su pistola estaba apuntando mi frente. Tragué saliva asustada.

- ¿Algo que decir? - pregunto con su peculiar sonrisa.

- Sí. - volví a tragar saliva - Contigo hasta el último frenesí.

Cogí el cristal que había arrancado anteriormente de mi pierna y salté sobre él. Si iba a morir, Harry lo haría conmigo.

N/A: HOLAAAA. Estaba desenado subir esta historia ya que tengo muchas esperanzas en ella y de verdad que me encantaría que os gustara tanto como a mí. La idea salió hace bastante tiempo y en realidad es una de mis primeras fics, pero la historia está muy cambiada a la original. 

Y ah por si alguien no lo ha entendido, este no es el principio de la historia, es algo que pasarás más adelante. 

Dejarme comentarios con vuestra opinión bc soy una obsesa y adoro leerlos, ser sinceras por favor, estoy muy abierta a diferentes puntos de vista. 

Besos y nos vemos pronto <3

Frenzy | Harry StylesWhere stories live. Discover now