La avioneta de papá

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--- ¡Cuanto tiempo! --- la miro de pies a cabeza y acaricio su cabello ahora corto --- cada año quedas más bella.

Ella rió nerviosa --- gracias, señora Ino  usted no se queda atrás, cada vez la veo más joven.

--- No exageres querida --- tocó su rostro ruborizada por el comentario.

Sus ojos azules se abrieron con sorpresa al ver esa cabellera rubia pasearse por la entrada.

--- ¡Boruto! --- dijo abrazándolo de sorpresa, el niño la miró asustado, pero la reconoció.

--- Buenos días, señorita Ino --- Dijo con una sonrisa.

--- ¿Señorita? --- rió enternecida --- Que niño tan lindo --- apretó sus mejillas --- ¿Quiéres un dulce, cariño?

El negó. --- Quiero flores para llevarle al tío Inojin y a papá.

A Ino se le encogió el corazón y tomó su mano para dirigirlo al mostrador.

--- ¿Qué flores quieres para tu papá?

El lo pensó por un momento y después de mirar a su madre y recibir un asentimiento, habló: --- Las amarillas.

--- ¿Amarillas?

--- Girasoles --- corrigió Sarada --- le cuesta trabajo decirlo.

Ino rió al ver la mirada confusa del niño y luego juntó de sus mejores girasoles en un papel para dejarlo como un ramo y entregárselo. Ella negó de inmediato al ver que Sarada sacaba efectivo.

--- No me haga esto, señora Ino. --- suspiró, no le agradaba la idea de no pagar.

--- Hace tiempo que no voy, igual son de mi parte --- sonrió.

Sarada lo pensó por un momento y cargó a su hijo ganándose una mirada incómoda de él. Después de descubrir que podía correr, no le agradaba para nada que lo carguen, quería caminar el mismo.

--- Tenga linda tarde. --- le sonrió y en un rápido movimiento dejó el dinero en el mostrador y salió corriendo del lugar --- ¡La quiero!

--- ¡Sarada! --- se puso en jarras divertida  --- esta niña, no ha cambiado nada, Inojin.

Para ella era deprimente ir a ese lugar que a diferencia de su hijo el cual se paseaba por la lápidas buscando impaciente las letras del nombre de su padre. Era algo confuso para un niño ya que todas eran iguales. Cuando era el atardecer, el sol pegaba sobre las cientas de lápidas blancas, todas pertenecientes a las guerras.

--- ¿Es esta? --- preguntó apuntándo una.

--- Sí.

Aún era difícil ver su nombre escrito ahí. Se puso en cuclillas para acomodar las flores, sonrió al notar que las que tenía eran recientes, sin duda alguna nunca se sentiría solo.

--- Mamá --- dijo llamando su atención, ella lo miró esperando que continuara--- ¿Papá era fuerte?

Ella se desconcertó, casi siempre se lo preguntaba --- Si, era muy fuerte y valiente --- se sentó y tomó su pequeña mano --- él dirigió la fuerza aérea, no cualquiera lo hace.

--- El abuelo Madara dijo que papá era miedoso.

Sara estalló a carcajadas --- Digamos que el abuelo tenía cierta rivalidad con tu padre por varias cosas, pero te aseguro que él igual lo extraña mucho. --- sonrió acariciándo sus cabellos.

Era correcto decirle la verdad ¿para qué mentirle? Boruto murió en la guerra, dió su vida por muchas, fue gracias a él que ganaron esa victoria. Le encantaba ver que su hijo lo veía como su héroe, como realmente fue.

Podría morir y esperarte otra vida [3]✓Where stories live. Discover now