Capitulo 17

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— ¿Estás bien? — levantó la cabeza y Salvatore está junto a mi.

— no, creo he pescado un virus — llevó mi mano a mi rostro — me siento extraña — la mano fria de Salvatore me hace dar un saldo — no tienes  fiebre.

— Sólo deseo dormir — me pongo de costado y arrugo un poco el ceño, ya que sentí que la habitación dio vuelta.

— te traere un té y unos analgésicos, Alessyo puede quedarse acompañandote — niego.

— estaré mejor en un rato — cierro los ojos buscando la tranquilidad en el sueño.

León

— ¿Qué haces aqui? — ella sonrie y pasa su dedo encima del escritorio de vidrio.

— visitandote — avanza hacia donde estoy sentado y sus labios se curvan — ¿No extrañas los momentos apasionados que tuvimos en está oficina? — niego — ¿Seguro? — abre su abrigo y me deja ver, su ropa interior negra, de encaje y con lacitos, su liguero haciendo juego.

Me levanto y ese movimiento hace que ella de un paso hacia atrás.

— ¿Sobre el escritorio? — sus manos buscan a bajar el abrigo pero yo me he apoderado de la solapa y con firmeza lo cierro.

— Maure, por favor no — ella se cruza de brazos y niega.

— Sólo dime ¿Qué pasó entre nosotros? — ella camina hacia un costado — con todas las mujeres que saliste, conmigo duraste más pero de repente una mañana todo cambio.

— no fue de repente, Maure, te volviste posesiva, tratabas de controlar mi horario. Sólo faltó que me dijeras las veces que iria al baño — ella levanto el mentón — no soy un niño para que trates de controlarme.

— ¿es cierto esto? — saca un pedazo de papel de su abrigo y lo abre.

Frunzo los labios y no respondo.

— ¿Está embarazada? — su voz se alsa.

—Maure, no tengo por que responder.

— ¿Una empleada? ¿Lo sabe tu padre? — mi cuerpo se pone rígido pero mi rostro sigue tranquilo.

— ¿Qué tiene que ver mi padre en está conversación? — ella sonríe.

— los Amoretti, una familia muy orgullosa de sus raices y de su dinero — enarca una ceja — muy interesante que Raúl Amoretti, sepa que su hijo mayor está en una relación con su empleada y encima «embarazada de ti» — levanta sus dedos y hace seña de comillas.

Doy dos pasos hacia ella y la observó directo a los ojos.

— si lo que pretendes es cohibirme con que mi padre lo sepa, dejame decirte que no lo lograrás. No soy un niño Maure, soy un adulto y el hecho de que Fiorella sea mi empleada y no se mueva en nuestros circulos sociales, no la hace menos y ten la seguridad que en su vientre es un hijo mio el que hay. Ahora por favor vete, debo trabajar — ella arrugo el periódico y lo guardo en su bolsillo.

— otra vergüenza para Raúl — se giró y salió de la oficina, frunci el ceño y sali de la oficina, el escritorio de Fiorella estaba vacio. Ella jamas hubiera dejado pasar a Maure sin avisarme, levantó mi mano y miró mi reloj, ya eran pasada las diez de la mañana. Ella nunca faltaba.

Me dirigí hacia mi escritorio y busque mi móvil, busque su número y marqué. Esperé un rato pero no levantaban, al tercer intento, tome las llaves de mi auto, iria a buscarla.

Fiorella

Abro los ojos y siento que mi cabeza está a punto de explotar, los vuelvo a cerrar y me envuelvo en la cobija pesada.

La Pasión de mi Jefe © [Saga Italinos 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora