Red Boy [Gyuzi - JiGyu]

Capítulo 10

MinGyu había desaparecido, habían pasado semanas que no sabía nada del moreno y Woozi empezó a pensar que se había marchado, era entendible, después de tantas experiencias desagradables era obvio que terminaría alejándose.

Por otro lado Cheol había aprendido de su abuelo lo suficiente para ser de utilidad en la ausencia del viejo, pero el único que no aceptaba su esfuerzo era Woozi, puesto que a la hora de quitarle los puntos el viejo lo dejó en manos de Cheol y ya que el chico estaba nervioso porque nunca había hecho algo parecido, fue una desagradable experiencia para el pelirrojo.

También el estado de KiJoong había mejorado notablemente, sus ojeras desaparecieron y su peso volvió a ser estable, a veces se desanimaba al sentirse vigilado pero EuiJin se encargaba de animarlo, Woozi sabía lo que aquellos dos se traían entre manos, pero hacia caso omiso.

Faltaba solo una semana para la última entrega, literalmente la última. Todo marchaba bien hasta que recibió una llamada de él. Aquel que lo salvó de la miseria, aquel al que le debía su vida y  conocía cada rincón de su ser. Solo dijo la dirección y la hora, ni hola, ni adiós, solo eso. Woozi estaba aturdido, nervioso, impaciente, aquel hombre no se contactaba con él desde que cumplió los veintiún años, ni siquiera hacía acto de presencia cuando su mercancía estaba lista, siempre mandaba a alguien a retirarla, y ahora, ahí estaba, llamándolo para un repentino encuentro.

El pelirrojo observaba su reflejo en el espejo, vestía las ropas que el moreno le había obsequiado, se sentía extraño con aquellas prendas, pero necesitaba sentirse seguro y por alguna extraña razón con ellas lo hacía.

Su piel estaba completamente pálida, ya sus hematomas había desaparecido y la herida se encontraba totalmente curada, había una notable cicatriz pero no era de importancia para Woozi. El trabajo lo tenía agotado, tenía que ayudar a Vernon en las negociaciones de armas ya que a veces metía la pata, Boo lo ayudaba a administrar la mercancía y Marco vigilaba a los chicos; aun el culpable no aparecía y temía recibir otro ataque.

Saliendo del pueblo antes del amanecer dejando a Boo encargado con la excusa de que tenía cierta negociación pendiente, pues si mencionaba a aquel hombre, lo bombardearía con preguntas y ya estaba lo suficientemente nervioso para soportar aquello.

El Centro Cultural Municipal Oduvaldo Vianna Filho Castelinho do Flamengo quedaba a veintiún minutos de donde se encontraba, sin tener en cuenta la media hora de caminata. Era un viejo edificio que resaltaba entre los modernos que se encontraban en la zona, Woozi quería explorarlo pero no podía por múltiples razones. Luego de admirar aquella belleza, empezó a buscarlo entre la multitud hasta que lo halló.

Usaba pantalones ajustados negros, con una camisa blanca cuatro cuartos y corbata, su saco colgaba de su hombro, portaba unos lentes de sol y su cabello se encontraba perfectamente peinado hacia atrás, el pelirrojo inconscientemente se mordió el labio, el azabache lo miró unos momentos antes de mostrar una sonrisa ladina y hacerle señas con la cabeza para que lo siguiera.

Luego de unos minutos de caminata, Woozi visualizó al mayor entrar a un hotel, El Hotel Novo Mundo, estaba asombrado ante la belleza que brindaba y trataba de grabar cada detalle en su mente, sería la primera y última vez que entrara allí. Ingresaron en un ascensor y el menor admiró el perfil del causante de su nerviosismo.

"Gyu es más guapo"-. Volvió a mirar rápidamente al frente luego de que esos pensamientos cruzaran por su mente, no era momento para pensar en el moreno y aún más cuando éste lo había abandonado. Porque, aunque lo niegue, el pelirrojo se sentía decepcionado de la acción del menor.

Luego de entrar a una habitación y sentarse frente a frente en la amplia sala de estar, el mayor habló.

__ Alguien se ha dado el lujo de comprar ropa bonita-. Dijo mostrando su peculiar sonrisa, el pelirrojo lo miró mal y el no dejó de sonreír para recostarse en el respaldo del sofá-. Aunque, si te hubieses peinado te verías más presentable-. Soltó un gruñido que hizo reír al azabache-. No te preocupes aun así eres jodidamente deseable